12 Mayo 2011
LA PEOR NOCHE. Muchas construcciones quedaron agrietadas y la gente durmió en las calles. REUTERS
MADRID, España.- "Ha sido la peor noche de mi vida, uno de los peores días de mi vida". Así lo resumió uno de los cerca de 10.000 españoles que trataban hoy de mantener la calma, tras una noche en vela en la que Lorca, en el sureste de España, vivió una treintena de réplicas de los dos terremotos que ayer dejaron al menos nueve muertos y cerca de 300 heridos.
"Estamos muy asustados. Todo el mundo está en la calle. Hay mucho miedo y destrozos. La gente dice que va a haber un terremoto más fuerte", agregó el hombre, de 31 años, aún alterado por la situación que le tocó vivir. Lorca, donde reside, amaneció sumida en los escombros y conmocionada, afrontando el día después del peor terremoto sufrido en España en más de 50 años, en cuanto a víctimas mortales.
Las calles del casco urbano de la ciudad se asemejan al escenario después de una batalla. Escombros por todos los lados, automóviles aplastados, zonas acordonadas, bomberos trabajando, helicópteros sobrevolando y campamentos levantados por las autoridades para recibir a quienes no pudieron volver a sus casas.
"Lorca parece Beirut, con todo por los suelos y grietas enormes por las paredes", dijo su alcalde, Francisco Jódar. "La sensación es como despertar de una pesadilla tras una larga noche, con todos los vecinos en la calle", agregó. En la ciudad, donde hay 420 militares realizando tareas de rescate, los centros educativos, comercios y bares estaban cerrados esta mañana. Las autoridades analizan la posibilidad de tener que derribar algunos edificios debido a los daños con los que quedaron tras el movimiento telúrico. (DPA-Especial)
"Estamos muy asustados. Todo el mundo está en la calle. Hay mucho miedo y destrozos. La gente dice que va a haber un terremoto más fuerte", agregó el hombre, de 31 años, aún alterado por la situación que le tocó vivir. Lorca, donde reside, amaneció sumida en los escombros y conmocionada, afrontando el día después del peor terremoto sufrido en España en más de 50 años, en cuanto a víctimas mortales.
Las calles del casco urbano de la ciudad se asemejan al escenario después de una batalla. Escombros por todos los lados, automóviles aplastados, zonas acordonadas, bomberos trabajando, helicópteros sobrevolando y campamentos levantados por las autoridades para recibir a quienes no pudieron volver a sus casas.
"Lorca parece Beirut, con todo por los suelos y grietas enormes por las paredes", dijo su alcalde, Francisco Jódar. "La sensación es como despertar de una pesadilla tras una larga noche, con todos los vecinos en la calle", agregó. En la ciudad, donde hay 420 militares realizando tareas de rescate, los centros educativos, comercios y bares estaban cerrados esta mañana. Las autoridades analizan la posibilidad de tener que derribar algunos edificios debido a los daños con los que quedaron tras el movimiento telúrico. (DPA-Especial)