Con calidad interpretativa

Por Roberto Espinosa 04 Mayo 2011

"Es para mí un poco el templo donde yo entro a rezar", decía don Ata Yupanqui. Tal vez la guitarra sea una prolongación del corazón porque se apoya en el pecho. Y cuando hay sensibilidad y talento se escuchan las voces del "zurdo". Agustín Luna es un platense de 1981 que se formó en el Conservatorio de Mar del Plata y luego volvió a su ciudad para completar sus estudios universitarios. Efectuó cursos con Eduardo Isaac, Víctor Villadangos y el tucumano Juan Falú y se presentó en festivales de Italia, donde estudió guitarra clásica con Edoardo Catemario.

En este CD, reúne 15 piezas del folclore, el tango y la música brasileña. Luna luce su calidad interpretativa. Limpieza de sonido, buena digitación, musicalidad, expresividad, swing visten sus ejecuciones en este registro que tiene varios puntos altos, como las Cuatro Estaciones Porteñas, de Piazzolla, la Aquarela do Brasil, de Ary Barroso, o La Trampera, de Troilo, y tres regalos con el guitarrista Juan Falú y los cantantes Marita Moyano y Daniel Robles, de invitados. Cuando Agustín Luna lanza la cuerda al aire, echan a volar los pájaros.