24 Abril 2011
El FMI, una institución que no se renueva demasiado
Manuel Solanet lo definió como el preceptor del colegio, nadie lo quiere, aunque sostiene que es necesario para disciplinar a los países que han perdido el orden financiero. Daniel Kostzer, en cambio, afirma que sus estructuras deben ser reformuladas. El FMI sigue siendo protagonista de la política económica internacional.
Dominique Strauss-Kahn es un socialista francés y, a la vez, el jefe de un organismo con una mirada social ausente para muchos: el Fondo Monetario Internacional (FMI). El director gerente de la institución multilateral de crédito ha dicho que el desafío del mundo actual es generar empleo y, sin socavar la estabilidad macroeconómica, preservar la cohesión social; una propuesta poco escuchada entre quienes representan a esta institución. Los dichos de Strauss-Kahn han hecho resurgir interrogantes respecto del reclamado aggiornamiento del FMI: ¿cambiará el perfil del organismo? ¿considerará en su mirada sobre el mundo aspectos vinculados con la economía real? LA GACETA consultó al respecto a dos economistas, Daniel Kostzer y Manuel Solanet, quienes coincidieron en expresar su descreimiento de tales cambios, aunque el primero de ellos entiende que son necesarios y el segundo, que es lógico que el FMI siga cumpliendo su función de siempre: ayudar a la estabilidad económica de los países miembro.
"En este tipo de organizaciones, muy grandes, a veces hay contradicciones entre la conducción política y lo que dicen los burócratas, que llevan adelante la tarea. El FMI sigue haciendo estimaciones y proyecciones erradas, como para la Argentina: dice que crecerá el PBI y también el desempleo, algo incoherente. El FMI tiene estructuras que deben ser revisadas, pero lo más probable es que no haya voluntad política para eso", sostuvo Kostzer, ubicado en el espacio de la centro izquierda. "(John Maynard) Keynes sugería, cuando fue Bretton Woods, que el banco debería ser un fondo y el fondo un banco; el FMI, un banco para solucionar las balanzas de pago en los países, que deberían tener, como en cualquier banco comercial, una cuenta para apelar en casos de desbalances, y el Banco Mundial (BM), un fondo al que aportaran los países, para reducir asimetrías e inequidades. Pero debido a la influencia de Estados Unidos y de la Guerra Fría, se hizo al revés: el BM es un banco y el Fondo, un organismo con características que hoy deben cambiar. Si el FMI no se adapta a los requerimientos del mundo, perderá más credibilidad de la que ya perdió, siendo la misma cáscara vacía erradora de pronósticos", definió Kostzer.
En plena crisis internacional tomó impulso la idea de modificar el perfil de los organismos financieros internacionales. Pero esa propuesta luego se desvaneció, al calor de la veloz salida de la crisis de los países emergentes y los esquemas implementados por el gobierno de Barack Obama y los europeos. "Las recetes del FMI no están enfocadas en sanear las cuentas públicas, sino que están decididamente orientadas a transferir recursos al sistema financiero privado, que es, justamente, el generador de las crisis. Es el malestar de ciudadanos europeos. No hay nada que demuestre o haga pensar que han salido de la crisis en Europa. De hecho, todos los oficialismos van a perder las elecciones. Ese es el indicador más concreto", reflexionó el economista tucumano.
Solanet, en cambio, enfatizó que el G20 (países en desarrollo) le ha dado al FMI un papel relevante en el monitoreo y en los mecanismos de ayuda para emerger de la crisis de 2008 y 2009. "En los casos de países con dificultades en Europa, el FMI sigue jugando su rol más próximo a lo tradicional. La preocupación por el desarrollo de los países está más bien centrada en el Banco Mundial y en otros organismos más regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El rol del FMI va a continuar siendo el que establece su carta orgánica", aseveró el experto.
Insistió que las voces que instan al cambio del FMI tienen su razón de ser y van a persistir, pero están más relacionadas con relaciones internacionales que con la economía.
"Los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) naturalmente están buscando aumentar su participación en las decisiones. Pero el FMI fue creado con un objetivo y la subsistencia de la crisis financiera como la que hemos vivido y vive hoy Europa confirma que algún organismo internacional debe seguir cumpliendo el rol de amortiguador de las crisis financieras, y de colaborar con los países en la estabilidad de sus monedas; más allá de que esto haya generado cierta animadversión, porque ninguna de estas políticas es simpática. El FMI sugiere ajustes a países que han perdido su disciplina. Y no se pueden esperar cosas muy distintas a esto. Es como el preceptor del colegio: nadie lo quiere", completó Solanet.
El Fondo, en detalle
? Sede: Washington, DC, Estados Unidos.
? Directorio Ejecutivo: 24 directores, en representación de países o grupos de países.
? Personal: Aproximadamente 2.500 funcionarios procedentes de 160 países.
? Total de cuotas: U$S 340.000 millones (a enero de 2011).
? Recursos adicionales prometidos o comprometidos: U$S 600.000 millones. El Fondo, en detalle
? Préstamos comprometidos (a enero de 2011): U$S 254.000 millones, de los cuales U$S 190.000 permanecen sin girar.
? Principales prestatarios: (créditos pendientes de reembolso a enero de 2011): Rumania, Ucrania, Grecia.
? Consultas de supervisión: Consultas concluidas: 120 países en el ejercicio 2010 y 88 países en el ejercicio 2011.
? En 2009 se publicó más del 90% de los informes preparados por el personal técnico en el marco de las consultas del Artículo IV y los relacionados con los programas.
"En este tipo de organizaciones, muy grandes, a veces hay contradicciones entre la conducción política y lo que dicen los burócratas, que llevan adelante la tarea. El FMI sigue haciendo estimaciones y proyecciones erradas, como para la Argentina: dice que crecerá el PBI y también el desempleo, algo incoherente. El FMI tiene estructuras que deben ser revisadas, pero lo más probable es que no haya voluntad política para eso", sostuvo Kostzer, ubicado en el espacio de la centro izquierda. "(John Maynard) Keynes sugería, cuando fue Bretton Woods, que el banco debería ser un fondo y el fondo un banco; el FMI, un banco para solucionar las balanzas de pago en los países, que deberían tener, como en cualquier banco comercial, una cuenta para apelar en casos de desbalances, y el Banco Mundial (BM), un fondo al que aportaran los países, para reducir asimetrías e inequidades. Pero debido a la influencia de Estados Unidos y de la Guerra Fría, se hizo al revés: el BM es un banco y el Fondo, un organismo con características que hoy deben cambiar. Si el FMI no se adapta a los requerimientos del mundo, perderá más credibilidad de la que ya perdió, siendo la misma cáscara vacía erradora de pronósticos", definió Kostzer.
En plena crisis internacional tomó impulso la idea de modificar el perfil de los organismos financieros internacionales. Pero esa propuesta luego se desvaneció, al calor de la veloz salida de la crisis de los países emergentes y los esquemas implementados por el gobierno de Barack Obama y los europeos. "Las recetes del FMI no están enfocadas en sanear las cuentas públicas, sino que están decididamente orientadas a transferir recursos al sistema financiero privado, que es, justamente, el generador de las crisis. Es el malestar de ciudadanos europeos. No hay nada que demuestre o haga pensar que han salido de la crisis en Europa. De hecho, todos los oficialismos van a perder las elecciones. Ese es el indicador más concreto", reflexionó el economista tucumano.
Solanet, en cambio, enfatizó que el G20 (países en desarrollo) le ha dado al FMI un papel relevante en el monitoreo y en los mecanismos de ayuda para emerger de la crisis de 2008 y 2009. "En los casos de países con dificultades en Europa, el FMI sigue jugando su rol más próximo a lo tradicional. La preocupación por el desarrollo de los países está más bien centrada en el Banco Mundial y en otros organismos más regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El rol del FMI va a continuar siendo el que establece su carta orgánica", aseveró el experto.
Insistió que las voces que instan al cambio del FMI tienen su razón de ser y van a persistir, pero están más relacionadas con relaciones internacionales que con la economía.
"Los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) naturalmente están buscando aumentar su participación en las decisiones. Pero el FMI fue creado con un objetivo y la subsistencia de la crisis financiera como la que hemos vivido y vive hoy Europa confirma que algún organismo internacional debe seguir cumpliendo el rol de amortiguador de las crisis financieras, y de colaborar con los países en la estabilidad de sus monedas; más allá de que esto haya generado cierta animadversión, porque ninguna de estas políticas es simpática. El FMI sugiere ajustes a países que han perdido su disciplina. Y no se pueden esperar cosas muy distintas a esto. Es como el preceptor del colegio: nadie lo quiere", completó Solanet.
El Fondo, en detalle
? Sede: Washington, DC, Estados Unidos.
? Directorio Ejecutivo: 24 directores, en representación de países o grupos de países.
? Personal: Aproximadamente 2.500 funcionarios procedentes de 160 países.
? Total de cuotas: U$S 340.000 millones (a enero de 2011).
? Recursos adicionales prometidos o comprometidos: U$S 600.000 millones. El Fondo, en detalle
? Préstamos comprometidos (a enero de 2011): U$S 254.000 millones, de los cuales U$S 190.000 permanecen sin girar.
? Principales prestatarios: (créditos pendientes de reembolso a enero de 2011): Rumania, Ucrania, Grecia.
? Consultas de supervisión: Consultas concluidas: 120 países en el ejercicio 2010 y 88 países en el ejercicio 2011.
? En 2009 se publicó más del 90% de los informes preparados por el personal técnico en el marco de las consultas del Artículo IV y los relacionados con los programas.
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