Una joyita furiosa del rap

Una joyita furiosa del rap

BUENO

"Alhaja" | Miss Bolivia

"Sale como trompada". Miss Bolivia advierte y no traiciona. Sus letras, sus ritmos, su voz, su apuesta: todo en su último disco, "Alhaja", parece comprimido en un puño cerrado que se despega furioso del parlante y le da al oyente de lleno en el mentón o, incluso, en otras zonas más etéreas. Atrevida, provocativa, incendiaria, nunca dócil. Así de ecléctica es Paz Ferreyra -el verdadero nombre de esta psicóloga con rastas hasta la cintura- tanto en la actitud como en los géneros que propone. "Alhaja" mezcla rap con reggaetón, cumbia, folclore latinoamericano y hasta hip hop. La ensalada le queda sabrosa. El álbum gusta y se atraviesa fácil desde la intro (a cargo de Tony Drumond) hasta las últimas canciones, en las que está acompañada, entre otros, por artistas como Mariana Baraj y Sara Hebe. Miss Bolivia se proclama indomable ("no soy tuya, no soy cualquiera, soy lo que quiero ser con estas caderas" dice en "Jálame la tanga"); pretende evangelizar mediante sus temas ("mi lengua educa tu parlante, abriendo cabezas voy para adelante", presume en "El Motor") y uno de sus principales objetivos es que su público asuma compromisos y aprenda a dejar de lado la codicia ("concéntrate en tu parte, cede a tu ambición y comparte", arenga en "Para"). Otra muestra de su pensamiento está patente en "Apagaló": "recibimos información que nos da la ilusión de una vida de engaño, prefiero quedarme bailando porque esta es mi propia redención". Quizás no constituya la alhaja por excelencia en una colección de discos, pero las intenciones para encaminarse a eso pueden darse por hechas. Mientras tanto, a recibir sumisos las trompadas de esta argentinísima Miss Bolivia que, a veces, como ella bien admitió, se compadecen en el camino y mutan en meros golpecitos en la nuca o también en palmadas en el hombro.

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