En busca de paisajes sonoros

Por Roberto Espinosa 20 Abril 2011

Ser original y, sobre todo, construir un estilo propio, inconfundible, es uno de los mayores desafíos en cualquier rama del arte. En la música popular, donde hay que diferenciar siempre entre lo que es puramente comercial y encontrar caminos que van más allá del aplauso fácil, resulta grato escuchar este Pedro Rossi Trío, singular formación integrada por guitarra, clarinete -eventualmente piano- y acordeón.

Nacido en 1984 en Buenos Aires, el guitarrista Rossi presenta El viento danza, que reúne diez piezas de su autoría, que constituyen paisajes sonoros en los que despliega ritmos como el chamamé o la milonga que se hermanan con texturas de la música llamada clásica. Se percibe una búsqueda constante del sonido apropiado para cada atmósfera. Por ejemplo, en Tres estampas de un atardecer, Rossi muestra su versatilidad para pintar estos momentos plenos de vitalidad poética. Con el sustento de Gustavo Hunt en clarinete y de Exequiel Mantega (acordeón y piano), Rossi logra expresar su mundo interior, donde reina la armonía y la serena estridencia del viento. Con esta propuesta, parece cerca de hallar un lugar bajo el sol.