Por Marcelo Aguaysol
16 Abril 2011
COBERTURA. Una de las estrategias que aplican los comercios para ganarle a la inflación es el cobro del precio de lista por pago financiado. CREDITO
No bien arrancó el partido, el árbitro impuso sanciones al equipo privado, con multas de hasta $ 500.000 porque, según argumentó, cometieron infracciones. Sin embargo, dos consultoras jugaron a la defensiva y salieron a la cancha con sus mediciones de precios. Ayer, se conoció el resultado de marzo. Mientras los privados midieron una inflación en torno de un 2%, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el equipo oficial, midió una variación del 0,8% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que abarca sólo al Gran Buenos Aires.
Desde fines de 2008, cuando el Gobierno decidió intervenir en la medición, el Indec viene perdiendo el partido con los privados. A tal punto que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, apeló a las sanciones, al considerar que -con sus informes- las consultoras violan la Ley de Lealtad Comercial.
Ayer se reanudó el encuentro. El Indec mostró que la inflación del mes pasado responde a cuestiones estacionales, particularmente, vinculadas con el encarecimiento de los servicios escolares y de la indumentaria, debido al inicio del ciclo lectivo. Así, de acuerdo con el informe oficial, el aumento de precios promedio en educación fue del 4,8% y en indumentaria, del 2,3%.
En el rubro Alimentos y Bebidas, el Indec reconoció subas en lácteos y huevos (1,7%), aceites y grasas (1,6%) y en bebidas alcohólicas (1,8%). El precio de la carne casi no registró movimientos (0,1%) y la verdura bajó casi un 0,9%. Aún más, el limón bajó su valor en un 28,4% durante el mes pasado. Así, según el esquema del equipo oficial, el juego está controlado con una inflación trimestral que llegó al 2,3%.
La pizarra del equipo rival muestra un movimiento mayor en los precios. Finsoport, una de las consultoras multadas, apunta que la variación de precios en marzo fue del 2,2%, motorizada por la suba en alimentos de la canasta básica, pero también de los servicios privados (expensas, educación, salud) y del transporte (por el reajuste en el precio del combustible) que afectan a todos los consumidores, los espectadores de este enfrentamiento.
Ecolatina, otra de las firmas sancionadas, también observó un aumento del 2% en el IPC de marzo. Esta consultora, a su vez, calculó que la canasta básica total para una familia tipo ascendió a $ 2.574, un aumento del 4,5% respecto de febrero.
El Indec, en ese sentido, señaló ayer que el límite de ingresos para que un matrimonio con dos hijos no caigan en la pobreza fue de $ 1.283,72 (variación mensual cercana al 1%), casi la mitad del dato de los privados.
Más atrás en la popular aparece la población más castigada por el incremento de precios de los principales alimentos de la canasta familiar. Según el cálculo oficial, para no ser considerado indigente, un grupo familiar precisó ingresos por $ 585,52.
Algunas consultoras están dispuestas a mantener una estrategia de juego ofensivo, pese a las advertencias del árbitro. El Gobierno, en tanto, espera que la inflación se mantenga a raya, en un año de elecciones.
Desde fines de 2008, cuando el Gobierno decidió intervenir en la medición, el Indec viene perdiendo el partido con los privados. A tal punto que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, apeló a las sanciones, al considerar que -con sus informes- las consultoras violan la Ley de Lealtad Comercial.
Ayer se reanudó el encuentro. El Indec mostró que la inflación del mes pasado responde a cuestiones estacionales, particularmente, vinculadas con el encarecimiento de los servicios escolares y de la indumentaria, debido al inicio del ciclo lectivo. Así, de acuerdo con el informe oficial, el aumento de precios promedio en educación fue del 4,8% y en indumentaria, del 2,3%.
En el rubro Alimentos y Bebidas, el Indec reconoció subas en lácteos y huevos (1,7%), aceites y grasas (1,6%) y en bebidas alcohólicas (1,8%). El precio de la carne casi no registró movimientos (0,1%) y la verdura bajó casi un 0,9%. Aún más, el limón bajó su valor en un 28,4% durante el mes pasado. Así, según el esquema del equipo oficial, el juego está controlado con una inflación trimestral que llegó al 2,3%.
La pizarra del equipo rival muestra un movimiento mayor en los precios. Finsoport, una de las consultoras multadas, apunta que la variación de precios en marzo fue del 2,2%, motorizada por la suba en alimentos de la canasta básica, pero también de los servicios privados (expensas, educación, salud) y del transporte (por el reajuste en el precio del combustible) que afectan a todos los consumidores, los espectadores de este enfrentamiento.
Ecolatina, otra de las firmas sancionadas, también observó un aumento del 2% en el IPC de marzo. Esta consultora, a su vez, calculó que la canasta básica total para una familia tipo ascendió a $ 2.574, un aumento del 4,5% respecto de febrero.
El Indec, en ese sentido, señaló ayer que el límite de ingresos para que un matrimonio con dos hijos no caigan en la pobreza fue de $ 1.283,72 (variación mensual cercana al 1%), casi la mitad del dato de los privados.
Más atrás en la popular aparece la población más castigada por el incremento de precios de los principales alimentos de la canasta familiar. Según el cálculo oficial, para no ser considerado indigente, un grupo familiar precisó ingresos por $ 585,52.
Algunas consultoras están dispuestas a mantener una estrategia de juego ofensivo, pese a las advertencias del árbitro. El Gobierno, en tanto, espera que la inflación se mantenga a raya, en un año de elecciones.
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