14 Abril 2011
TOKIO.- El ministro de Asuntos Exteriores japonés, Takeaki Matsumoto, admitió ayer que se comenzó a informar de la filtración de agua radiactiva al Pacífico a las embajadas de las naciones vecinas después de que el fluido contaminado llegase al mar, informó la agencia de noticias Kyodo.
Ello está lastrando la relación de Japón con las naciones vecinas. China, Rusia y Corea del Sur han criticado reiteradamente que el agua contaminada de los reactores dañados llegase al mar y han exigido amplias medidas de protección. "Es cierto que nuestras informaciones tuvieron lugar después de que el agua se filtrase", dijo Matsumoto ante el Parlamento. Añadió que los canales de comunicación se han mejorado. "Lamentamos habernos retrasado dos minutos a la hora de informar", dijo.
En tanto, prosiguen los trabajos de desescombro en la región accidentada. Desde la noche del martes, los trabajadores de la compañía eléctrica Tepco están bombeando de nuevo agua radiactiva, que se había almacenado en una parte del reactor 2. Con ayuda de una bomba recogen este agua altamente contaminada en unos recipientes del edificio de las turbinas, informó la agencia Jiji Press.
Ese caldo impide los esfuerzos para refrescar los reactores. Tepco prevé retirar cerca de 60 millones de litros de agua de las bodegas de los reactores 1 al 3, informó Kyodo. Esa cantidad equivale al contenido de 24 piscinas olímpicas de dos metros de profundidad.
A pesar de las réplicas del terremoto, el aeropuerto de Sendai volvió a recuperar ayer su actividad. Poco después de las ocho de la mañana aterrizó el primer avión procedente de Tokio. El aeropuerto se encuentra a unos 100 kilómetros de la central nuclear de Fukushima y hace un mes quedó anegado por el tsunami. Hasta el 20 de abril se quiere lograr que aterricen allí a diario una veintena de vuelos internos procedentes de Tokio y de Osaka. Antes del terremoto y el tsunami de hace un mes, el aeropuerto tenía anualmente tres millones de pasajeros. Su reapertura supone sobre todo una ayuda para los rescatistas. Además, ayer volvieron a sentir dos réplicas de 5,8, aunque no hay informaciones de daños o heridos. Tampoco hubo una nueva alerta de tsunami.
El terremoto y el tsunami del 11 de marzo tendrán consecuencias considerables en las importantes exportaciones del país, así como en la producción y el consumo interno. El gobierno prohibió el consumo de hongos de las zonas próximas a Fukushima por los elevados niveles de radiación.
Por otra parte, el primer ministro japonés, Naoto Kan, y su asesor Matsumoto desmintieron declaraciones previas del propio Matsumoto según las cuales la zona de evacuación en torno a la averiada central nuclear de Fukushima será inhabitable en los próximos 20 años. Ambos negaron la supuesta estimación, según la agencia de noticias Kyodo. La agencia Jiji Press había citado antes a Matsumoto diciendo que el gobierno de Kan consideraba que los 20 kilómetros de la zona de evacuación en torno a la central quedarían inhabitables durante dos décadas. (DPA)
Ello está lastrando la relación de Japón con las naciones vecinas. China, Rusia y Corea del Sur han criticado reiteradamente que el agua contaminada de los reactores dañados llegase al mar y han exigido amplias medidas de protección. "Es cierto que nuestras informaciones tuvieron lugar después de que el agua se filtrase", dijo Matsumoto ante el Parlamento. Añadió que los canales de comunicación se han mejorado. "Lamentamos habernos retrasado dos minutos a la hora de informar", dijo.
En tanto, prosiguen los trabajos de desescombro en la región accidentada. Desde la noche del martes, los trabajadores de la compañía eléctrica Tepco están bombeando de nuevo agua radiactiva, que se había almacenado en una parte del reactor 2. Con ayuda de una bomba recogen este agua altamente contaminada en unos recipientes del edificio de las turbinas, informó la agencia Jiji Press.
Ese caldo impide los esfuerzos para refrescar los reactores. Tepco prevé retirar cerca de 60 millones de litros de agua de las bodegas de los reactores 1 al 3, informó Kyodo. Esa cantidad equivale al contenido de 24 piscinas olímpicas de dos metros de profundidad.
A pesar de las réplicas del terremoto, el aeropuerto de Sendai volvió a recuperar ayer su actividad. Poco después de las ocho de la mañana aterrizó el primer avión procedente de Tokio. El aeropuerto se encuentra a unos 100 kilómetros de la central nuclear de Fukushima y hace un mes quedó anegado por el tsunami. Hasta el 20 de abril se quiere lograr que aterricen allí a diario una veintena de vuelos internos procedentes de Tokio y de Osaka. Antes del terremoto y el tsunami de hace un mes, el aeropuerto tenía anualmente tres millones de pasajeros. Su reapertura supone sobre todo una ayuda para los rescatistas. Además, ayer volvieron a sentir dos réplicas de 5,8, aunque no hay informaciones de daños o heridos. Tampoco hubo una nueva alerta de tsunami.
El terremoto y el tsunami del 11 de marzo tendrán consecuencias considerables en las importantes exportaciones del país, así como en la producción y el consumo interno. El gobierno prohibió el consumo de hongos de las zonas próximas a Fukushima por los elevados niveles de radiación.
Por otra parte, el primer ministro japonés, Naoto Kan, y su asesor Matsumoto desmintieron declaraciones previas del propio Matsumoto según las cuales la zona de evacuación en torno a la averiada central nuclear de Fukushima será inhabitable en los próximos 20 años. Ambos negaron la supuesta estimación, según la agencia de noticias Kyodo. La agencia Jiji Press había citado antes a Matsumoto diciendo que el gobierno de Kan consideraba que los 20 kilómetros de la zona de evacuación en torno a la central quedarían inhabitables durante dos décadas. (DPA)
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