Más propensos a la obesidad

Más propensos a la obesidad

Cuando una persona pasa la noche en vela, al otro día siente un efecto similar a la "resaca", originada por el poco sueño y la generosa ingesta de alcohol. Priman el malhumor, la irritabilidad, la fatiga y las dificultades para concentrarse y trabajar eficazmente. Idéntico es el padecimiento en niños y adolescentes que no duermen bien. De ahí los berrinches diurnos, la falta de interés en el aula, la somnolencia y hasta la hiperkinesia e irascibilidad con las que actúan. Las consecuencias del dormir poco no sólo afectan el crecimiento de la talla. Existe evidencia científica de que los niños y adultos que no duermen el tiempo necesario son más propensos a la obesidad, como lo confirma un nuevo estudio de la Escuela de Medicina de Harvard. Los expertos hallaron que los que duermen menos de 12 horas por día en los primeros dos años tienen el doble de probabilidad de sufrir sobrepeso a los tres años, comparados con los que duermen más tiempo. Esta consecuencia es nefasta porque suele acarrear ansiedad, depresión y agresividad en la adultez y porque multiplica el riesgo de accidentes.

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