13 Abril 2011
Dormir poco y roncar frenan el desarrollo infantil
Durante los primeros 50 o 60 minutos del sueño nocturno se produce el pico máximo de liberación de la hormona de crecimiento. Los niños que descansan poco suelen ser irritables, hiperactivos o muestran mucho cansancio, sobre todo en la jornada escolar.
CIFRAS QUE PREOCUPAN. El 25% de los niños y adolescentes duermen menos horas de las recomendadas. Las consecuencias pueden ser muy serias. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
"Buenos días chicos ¿cómo amanecieron?" Los alumnos de tercer grado le devolvieron el saludo a la "señorita" María Eugenia, salvo tres niños que estaban sentados y casi inmóviles: Santiago (bostezaba sin parar), Valentina (tenía el codo izquierdo clavado en el pupitre y con la mano se sostenía el mentón) y Gabriel (que dormitaba con los brazos cruzados y la cabeza gacha). "Parece que algunos no descansaron o no durmieron bien anoche...", comentó la maestra en voz alta, buscando la reacción de los niños. Fue en vano. "Tuve que hablar con cada uno para saber qué les pasaba y los tres me contaron que después de hacer las tareas miran TV o juegan en la PC hasta muy tarde", comentó a LA GACETA la maestra de una escuela pública. La falta de sueño -conjeturó- está afectando la calidad de vida de muchos niños y esto preocupa al cuerpo docente porque no prestan atención en el aula.
La educadora no está equivocada. Dormir poco puede disminuir el crecimiento y el rendimiento físico e intelectual, advierte la Asociación Mundial del Sueño, cuyo lema de este año es: "Los chicos que duermen bien crecen sanos". Sin embargo, el 25% de los niños y adolescentes duermen menos horas de las recomendadas.
La entidad mundial advierte que los chicos que duermen poco aumentan el riesgo de sufrir obesidad, traumatismo, problemas emocionales, agresividad, irritabilidad y frustración. En opinión de la especialista en Medicina del Sueño de la Fundación Favaloro, Mirta Averbuch, cuando los chicos duermen mal se pueden producir cambios en los niveles de actividad: pueden mostrar hiperactividad o, por el contrario, cansancio todo el día, especialmente durante la jornada escolar o al hacer los deberes.
"Cuando no se descansa bien -detalla- la memoria es más débil, bajan la atención, la concentración, el razonamiento, el aprendizaje y la capacidad de reacción. Esto afecta el rendimiento escolar". Con sus conceptos coincidió Daniel Pérez Chada, jefe de Neumonología del Hospital Austral, y miembro de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. Enfatizó que el sueño tiene una importancia vital en los chicos de todas las edades.
Una hormona clave
¿Por qué es tan importante dormir? Porque durante el sueño se libera la mayor cantidad de hormona de crecimiento, sustancia química que actúa sobre los tejidos del cuerpo, en el metabolismo de las proteínas. Por ende, su principal efecto es favorecer el crecimiento en los niños.
"La liberación de hormonas es muy importante durante los primeros años de vida y en la adolescencia, y a medida que entramos en la edad adulta va disminuyendo", explica Miguel Blanco, jefe de Endocrinología Infantil del Hospital Universitario Austral.
Durante los primeros 50 o 60 minutos del sueño nocturno se produce el pico máximo de liberación de la hormona de crecimiento. De ahí la importancia de respetar el sueño nocturno de los chicos evitando las interrupciones.
"Una noche completa de sueño ayuda a funcionar mejor en la escuela como en el hogar. Además, el descanso es esencial para la felicidad y el bienestar de cualquier persona", resumió el pediatra, aunque aclaró que no es el único factor. También tienen importancia la alimentación, la práctica de actividad física y la genética familiar.
Horas de sueño según la edad
DESDE los tres a los 12 meses los niños necesitan dormir 14 o 15 horas. Aconsejan una siesta de dos a cuatro horas.
ENTRE los 12 meses y los tres años de edad tienen que dormir de 12 a 14 horas, con una siesta de dos horas.
DESDE los tres hasta los cinco años los especialistas afirman que necesitan descansar de 11 a 13 horas seguidas.
ENTRE los seis y los 12 años es necesario que duerman unas 10 u 11 horas seguidas para que el descanso sea reparador.
DESDE los 12 hasta los 18 años recomiendan descansar de ocho a nueve horas y media seguidas, con una siesta corta.
DESDE los 18 años en adelante se aconseja un sueño reparador de no menos de siete horas. También viene bien una siesta.
La educadora no está equivocada. Dormir poco puede disminuir el crecimiento y el rendimiento físico e intelectual, advierte la Asociación Mundial del Sueño, cuyo lema de este año es: "Los chicos que duermen bien crecen sanos". Sin embargo, el 25% de los niños y adolescentes duermen menos horas de las recomendadas.
La entidad mundial advierte que los chicos que duermen poco aumentan el riesgo de sufrir obesidad, traumatismo, problemas emocionales, agresividad, irritabilidad y frustración. En opinión de la especialista en Medicina del Sueño de la Fundación Favaloro, Mirta Averbuch, cuando los chicos duermen mal se pueden producir cambios en los niveles de actividad: pueden mostrar hiperactividad o, por el contrario, cansancio todo el día, especialmente durante la jornada escolar o al hacer los deberes.
"Cuando no se descansa bien -detalla- la memoria es más débil, bajan la atención, la concentración, el razonamiento, el aprendizaje y la capacidad de reacción. Esto afecta el rendimiento escolar". Con sus conceptos coincidió Daniel Pérez Chada, jefe de Neumonología del Hospital Austral, y miembro de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. Enfatizó que el sueño tiene una importancia vital en los chicos de todas las edades.
Una hormona clave
¿Por qué es tan importante dormir? Porque durante el sueño se libera la mayor cantidad de hormona de crecimiento, sustancia química que actúa sobre los tejidos del cuerpo, en el metabolismo de las proteínas. Por ende, su principal efecto es favorecer el crecimiento en los niños.
"La liberación de hormonas es muy importante durante los primeros años de vida y en la adolescencia, y a medida que entramos en la edad adulta va disminuyendo", explica Miguel Blanco, jefe de Endocrinología Infantil del Hospital Universitario Austral.
Durante los primeros 50 o 60 minutos del sueño nocturno se produce el pico máximo de liberación de la hormona de crecimiento. De ahí la importancia de respetar el sueño nocturno de los chicos evitando las interrupciones.
"Una noche completa de sueño ayuda a funcionar mejor en la escuela como en el hogar. Además, el descanso es esencial para la felicidad y el bienestar de cualquier persona", resumió el pediatra, aunque aclaró que no es el único factor. También tienen importancia la alimentación, la práctica de actividad física y la genética familiar.
Horas de sueño según la edad
DESDE los tres a los 12 meses los niños necesitan dormir 14 o 15 horas. Aconsejan una siesta de dos a cuatro horas.
ENTRE los 12 meses y los tres años de edad tienen que dormir de 12 a 14 horas, con una siesta de dos horas.
DESDE los tres hasta los cinco años los especialistas afirman que necesitan descansar de 11 a 13 horas seguidas.
ENTRE los seis y los 12 años es necesario que duerman unas 10 u 11 horas seguidas para que el descanso sea reparador.
DESDE los 12 hasta los 18 años recomiendan descansar de ocho a nueve horas y media seguidas, con una siesta corta.
DESDE los 18 años en adelante se aconseja un sueño reparador de no menos de siete horas. También viene bien una siesta.