11 Abril 2011
TOKIO.- Casi 15.000 personas continúan desaparecidas a un mes del peor terremoto (8,9 grados en la escala de Richter) en la historia de Japón y el posterior tsunami con olas de hasta 14 metros de alto. Unos 22.000 soldados nipones y estadounidenses rastreaban ayer el noreste de Honshu, la principal isla del archipiélago japonés, mientras la crisis nuclear sigue sin haber sido superada en la planta de Fukushima.
También a lo largo de la costa del Pacífico se buscaba a desaparecidos en operativos con buzos. Las autoridades cifran actualmente en casi 28.000 el número de muertos por la catástrofe del 11 de marzo, aunque hasta ahora han sido recuperados casi 13.000 cadáveres.
El primer ministro, Naoto Kan, visitó ayer la zona de la catástrofe y prometió apoyo a los damnificados. También la construcción de 70.000 viviendas provisionales en la región y anunció ayudas para los pescadores de la ciudad de Ishinomaki, prefectura de Miyagi, la más afectada por el maremoto.
El jefe de gobierno prometió además que se escogerán algunos puertos para reconstruirlos especialmente rápido. Agregó que dará su apoyo a los soldados que realizan las operaciones de rescate, durante una parada en Higashi-Matsushima, donde agradeció a las fuerzas de EEUU por su ayuda.
Dos días antes
En tanto, en la planta de Fukushima seguían ayer luchando para evitar una posible catástrofe nuclear, mientras en Tokio unas 5.000 personas protestaron contra la energía nuclear, y reclamaron el cierre de la central de Hamaoka, a 200 km al sur de la capital japonesa, y a 120 km de Nagoya.
Anoche, la operadora de la destruida central nuclear, Tokyo Electric Power Co (TEPCO), anunció que frenará hoy el bombeo de agua radiactiva al mar, un par de días después de lo previsto, en un intento de aliviar el temor mundial por la propagación de radiación.
Mientras , se espera que el Partido Democrático del primer ministro Kan sufra un castigo en las elecciones locales del domingo próximo por su gestión ante la crisis tras el enorme sismo y posterior maremoto, que arrasó la costa noreste del país y causó la muerte de unas 28.000 personas. (DPA-Reuters-Especial)
También a lo largo de la costa del Pacífico se buscaba a desaparecidos en operativos con buzos. Las autoridades cifran actualmente en casi 28.000 el número de muertos por la catástrofe del 11 de marzo, aunque hasta ahora han sido recuperados casi 13.000 cadáveres.
El primer ministro, Naoto Kan, visitó ayer la zona de la catástrofe y prometió apoyo a los damnificados. También la construcción de 70.000 viviendas provisionales en la región y anunció ayudas para los pescadores de la ciudad de Ishinomaki, prefectura de Miyagi, la más afectada por el maremoto.
El jefe de gobierno prometió además que se escogerán algunos puertos para reconstruirlos especialmente rápido. Agregó que dará su apoyo a los soldados que realizan las operaciones de rescate, durante una parada en Higashi-Matsushima, donde agradeció a las fuerzas de EEUU por su ayuda.
Dos días antes
En tanto, en la planta de Fukushima seguían ayer luchando para evitar una posible catástrofe nuclear, mientras en Tokio unas 5.000 personas protestaron contra la energía nuclear, y reclamaron el cierre de la central de Hamaoka, a 200 km al sur de la capital japonesa, y a 120 km de Nagoya.
Anoche, la operadora de la destruida central nuclear, Tokyo Electric Power Co (TEPCO), anunció que frenará hoy el bombeo de agua radiactiva al mar, un par de días después de lo previsto, en un intento de aliviar el temor mundial por la propagación de radiación.
Mientras , se espera que el Partido Democrático del primer ministro Kan sufra un castigo en las elecciones locales del domingo próximo por su gestión ante la crisis tras el enorme sismo y posterior maremoto, que arrasó la costa noreste del país y causó la muerte de unas 28.000 personas. (DPA-Reuters-Especial)
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