10 Abril 2011
Tras tener una leve mejoría, la salud de Antonio Domingo Bussi, volvió a decaer. El ex gobernador permanece internado en el Instituto de Cardiología de esta capital desde el jueves a la madrugada tras sufrir una descompensación cardíaca.
"El viernes había sido trasladado de la Unidad Coronaria a una habitación común. Pero hoy (por ayer) a la madrugada tuvo una crisis cardíaca. Se le llenaron los pulmones con sangre y volvió a estar mal", consignó su hijo, el legislador Ricardo Bussi. Además, teniendo en cuenta el estado de su padre, consideró que seguirá internado al menos durante unos días más.
Por otro lado, su otro hijo, el también legislador Luis José Bussi, aseveró que el ex mandatario provincial continúa en estado delicado y que no hubo mejoría alguna en las últimas horas.
Bussi, de 85 años, cumple arresto domiciliario en un country de la ciudad de Yerba Buena, tras las condenas que recibió de la Justicia Federal en 2008 y 2010 por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.
La primera sentencia fue por la desaparición del senador, Guillermo Vargas Aignasse, en 1976. La otra, por el funcionamiento de un centro clandestino de detención en la ex Jefatura de Policía.
"El viernes había sido trasladado de la Unidad Coronaria a una habitación común. Pero hoy (por ayer) a la madrugada tuvo una crisis cardíaca. Se le llenaron los pulmones con sangre y volvió a estar mal", consignó su hijo, el legislador Ricardo Bussi. Además, teniendo en cuenta el estado de su padre, consideró que seguirá internado al menos durante unos días más.
Por otro lado, su otro hijo, el también legislador Luis José Bussi, aseveró que el ex mandatario provincial continúa en estado delicado y que no hubo mejoría alguna en las últimas horas.
Bussi, de 85 años, cumple arresto domiciliario en un country de la ciudad de Yerba Buena, tras las condenas que recibió de la Justicia Federal en 2008 y 2010 por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.
La primera sentencia fue por la desaparición del senador, Guillermo Vargas Aignasse, en 1976. La otra, por el funcionamiento de un centro clandestino de detención en la ex Jefatura de Policía.
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