Por Diego Jemio
03 Abril 2011
SE RECONCILIÓ CON LA RED. "Pulguita" jugó su segundo partido en Atlético y lo festejó con un gol. Bien por él. DIEGO IZQUIERDO (ESPECIAL PARA LA GACETA)
Hay jugadas que, aunque intrascendentes, resultan reveladoras. Promediaba el primer tiempo y Atlético le estaba ganando a Aldosivi por 2 a 0. En algún momento, Martín Pautasso quiso su gol propio y se mandó al ataque por su franja. Pero Diego Erroz no entendió la jugada y terminó dándosela a otro compañero. En esos momentos, el defensor pensaba y con razón: todo era posible, cualquiera podía convertir. Era un gran día para cumplir con los sueños de golazos de cuando uno era pibe.
Atlético no sólo ganó 3 a 0. Fue un triunfo que valió mucho más. El equipo dirigido por la dupla Angel Guerrero-Ricardo Salomón jugó bien colectivamente, se reencontró con el gol y supo aprovechar los errores del adversario.
Antes de comenzar el partido, un relator marplatense dijo que le preocupaba la defensa del "tiburón". Algo de razón tenía el señor. El partido fue siempre de Atlético, cuyo primer tiempo, quizás, fue el mejor en lo que va de 2011. Por derecha, Julio Buffarini desbordaba; Gallardo se imponía y Leandro Becerra hacía correr la pelota por el piso y con criterio. Con ese panorama, las pelotas llegaban limpias a Chávez y Rodríguez, que tuvieron seis situaciones claras para festejar ene se lapso del juego.
El buen juego "decano" tuvo su punto culmine con una jugada colectiva con gambetas, tacos y otro lujos. La pelota le quedó a Chávez en el área; el "Negro" la quiso picar pero Campodónico adivinó la acción. Luego intentó otra vez, pero no pudo ser. Fue una joyita. Sólo le faltó que termine en gol.
En frente, hubo un Aldosivi pálido, con groseros errores en la marca y apenas intentó con Martínez y Seccafien. Aunque suene irónico en una goleada, la figura terminó siendo el arquero goleado.
El complemento fue un trámite, una espera para que el partido muera de muerte natural. A los goles de Rodríguez y Buffarini en el arranque, se sumó un tanto de Becerra, luego de un mágico pase de espaldas de Chávez.
Atlético ganó a lo grande. Ayer, en Mar del Plata, todo era posible, hasta esos goles que uno sueña hacer cuando es pibe.
1.- Volvió a ser contundente
Antes de cumplir los 20 minutos del arranque, Atlético ganaba por 2 a 0 y ya había creado varias situaciones claras de gol. Luego, supo manejar el partido y ampliar la diferencia. Atlético llevaba tres partidos sin anotar.
2.- Aprovechó los regalos
La defensa del “tiburón” dio muchas ventajas y el “decano” supo lastimarlo. Julio Buffarini desbordaba por derecha y generaba peligro en el área rival. Luego, Daniele tocó la última línea, pero el partido ya estaba liquidado.
3.- En la cancha mando yo
El mediocampo fue del “decano” durante todo el partido. Gallardo y Becerra jugaron un muy buen partido y desde ese sector surgieron las mejores jugadas del equipo tucumano. Arriba, el “Pulga” y Chávez también hicieron un buen partido.
Atlético no sólo ganó 3 a 0. Fue un triunfo que valió mucho más. El equipo dirigido por la dupla Angel Guerrero-Ricardo Salomón jugó bien colectivamente, se reencontró con el gol y supo aprovechar los errores del adversario.
Antes de comenzar el partido, un relator marplatense dijo que le preocupaba la defensa del "tiburón". Algo de razón tenía el señor. El partido fue siempre de Atlético, cuyo primer tiempo, quizás, fue el mejor en lo que va de 2011. Por derecha, Julio Buffarini desbordaba; Gallardo se imponía y Leandro Becerra hacía correr la pelota por el piso y con criterio. Con ese panorama, las pelotas llegaban limpias a Chávez y Rodríguez, que tuvieron seis situaciones claras para festejar ene se lapso del juego.
El buen juego "decano" tuvo su punto culmine con una jugada colectiva con gambetas, tacos y otro lujos. La pelota le quedó a Chávez en el área; el "Negro" la quiso picar pero Campodónico adivinó la acción. Luego intentó otra vez, pero no pudo ser. Fue una joyita. Sólo le faltó que termine en gol.
En frente, hubo un Aldosivi pálido, con groseros errores en la marca y apenas intentó con Martínez y Seccafien. Aunque suene irónico en una goleada, la figura terminó siendo el arquero goleado.
El complemento fue un trámite, una espera para que el partido muera de muerte natural. A los goles de Rodríguez y Buffarini en el arranque, se sumó un tanto de Becerra, luego de un mágico pase de espaldas de Chávez.
Atlético ganó a lo grande. Ayer, en Mar del Plata, todo era posible, hasta esos goles que uno sueña hacer cuando es pibe.
1.- Volvió a ser contundente
Antes de cumplir los 20 minutos del arranque, Atlético ganaba por 2 a 0 y ya había creado varias situaciones claras de gol. Luego, supo manejar el partido y ampliar la diferencia. Atlético llevaba tres partidos sin anotar.
2.- Aprovechó los regalos
La defensa del “tiburón” dio muchas ventajas y el “decano” supo lastimarlo. Julio Buffarini desbordaba por derecha y generaba peligro en el área rival. Luego, Daniele tocó la última línea, pero el partido ya estaba liquidado.
3.- En la cancha mando yo
El mediocampo fue del “decano” durante todo el partido. Gallardo y Becerra jugaron un muy buen partido y desde ese sector surgieron las mejores jugadas del equipo tucumano. Arriba, el “Pulga” y Chávez también hicieron un buen partido.
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