Por Gustavo Frías Silva
01 Abril 2011
Actualmente los cultivos tucumanos se encuentran en diferentes etapas fenológicas y por ende los requerimientos de labores son siempre distintas. La soja y el maíz están entrando en una etapa de llenado y de maduración, por lo que en pocos días se podría están iniciando la cosecha, sobre todo en lotes tempranos de soja. Pero igualmente se observó que algunos productores están aplicando fitoterápicos para el control de algunas plagas que están afectando los cultivos tardíos.
Los citricultores en general están a la espera de la maduración final de los limones para iniciar seguramente en abril la cosecha de fruta destinada a la industria o la exportación de fruta fresca, por lo que es poco lo que se ve en las aplicaciones de productos químicos en las quintas.
En caña de azúcar, este cultivo se encuentra en la etapa final de crecimiento y entrando a un proceso de maduración para transformar la glucosa y fructosa en la tan preciada sacarosa.
Desde hace varios años se incentiva a los productores al uso de maduradores para mejorar y acelerar un proceso madurativo y poder adelantar y organizar en una manera más eficiente una futura cosecha que también se encuentra a pocas semanas de iniciarse.
Todo esto hace que en la provincia se vean pulverizadoras y aviones realizando las diferentes labores de aplicaciones de fitosanitarios que requieren los productores.
La incorrecta aplicación de productos fitosanitarios puede generar numerosas pérdidas al productor, ya que el producto mal utilizado no cumple con las funciones para el cual ha sido creado o bien que vaya a otro sitio provocando perjuicios a los productores vecinos.
Muchas recomendaciones sobre un buen uso y de una eficiente aplicación son dadas permanentemente por las instituciones de investigación agropecuaria y por los técnicos involucrados en estos temas relacionados con los agroquímicos.
Los controles
La mala aplicación de esos agroquímicos puede representar un peligro para diferentes cultivos que se encuentran aledaños al lote donde se va a aplicar. Por lo tanto es necesario actuar con cautela y manejarlo cumpliendo con todos los requisitos básicos recomendados para evitar derivas que afecten cultivos de vecinos y a plantas o a montes naturales aledaños al lugar donde se pulveriza.
En la provincia de Tucumán se siembra en los últimos años alrededor de 260.000 hectáreas de soja, 60.000 ha de maíz, tiene plantadas unas 230.000 ha de caña de azúcar y alrededor de 36.000 ha de cítricos, a lo que deben sumarse las tierras utilizadas para los cultivos de poroto, de pasturas, de tabaco, de papa, de frutilla y las hortalizas que se cultivan en distintas zonas del territorio provincial.
Esto da una idea del alto volumen de agroquímicos utilizados durante el año y de los que se pueden estar utilizando en estos días, por lo que es fundamental que los responsables del uso y manipuleo de estos productos lo realicen como correspondan, buscando el control más eficientes de las plagas y enfermedades, y eviten el daño a otros cultivos o a montes naturales y minimicen la contaminación del medio ambiente.
Es por eso que resulta necesario verificar las condiciones climáticas reinantes al momento de realizar la aplicación y que deben ser las correctas para evitar accidentes. También el perfecto funcionamiento de las pulverizadoras para colocar el liquido asperjado en el lugar justo y en el momento preciso, y tener el correcto asesoramiento técnico para evitar daños mayores y posibles causas judiciales por daños y perjuicios a terceros.
Las aplicaciones de productos fitosanitarios como insecticidas, herbicidas, fungicidas, fertilizantes deben ser transportados, depositados, manejados, aplicados y desechados de manera correcta. Si se cumplen esas instrucciones se evitan daños en cultivos vecinos y al medio ambiente circundante.
Capacitación
En este contexto es que instituciones como la Eeaoc, el INTA y la Dirección de Agricultura están en permanente contacto con el productor, sea a través de cursos de capacitación sobre aplicaciones de fitoterápicos o de publicaciones especiales sobre el buen uso de agroquímicos. Pero además se cuenta con una ley de agroquímicos vigente y que debe ser aplicada y respetada como corresponde, para ordenar la actividad y poner los límites de cada productor y de terceros.
La Ley Nº 6.291/91 de Agroquímicos y su Decreto Reglamentario Nº299/3 es la herramienta que se tiene para regular todas las acciones relacionadas con los agroquímicos a fin de asegurar su correcta utilización y proteger la salud humana, animal y vegetal, para mejorar la producción agropecuaria y reducir los riesgos para el medio ambiente. Su cumplimiento debe ser una constante y debe ser verificado su cumplimiento de la mejor manera posible.
Los citricultores en general están a la espera de la maduración final de los limones para iniciar seguramente en abril la cosecha de fruta destinada a la industria o la exportación de fruta fresca, por lo que es poco lo que se ve en las aplicaciones de productos químicos en las quintas.
En caña de azúcar, este cultivo se encuentra en la etapa final de crecimiento y entrando a un proceso de maduración para transformar la glucosa y fructosa en la tan preciada sacarosa.
Desde hace varios años se incentiva a los productores al uso de maduradores para mejorar y acelerar un proceso madurativo y poder adelantar y organizar en una manera más eficiente una futura cosecha que también se encuentra a pocas semanas de iniciarse.
Todo esto hace que en la provincia se vean pulverizadoras y aviones realizando las diferentes labores de aplicaciones de fitosanitarios que requieren los productores.
La incorrecta aplicación de productos fitosanitarios puede generar numerosas pérdidas al productor, ya que el producto mal utilizado no cumple con las funciones para el cual ha sido creado o bien que vaya a otro sitio provocando perjuicios a los productores vecinos.
Muchas recomendaciones sobre un buen uso y de una eficiente aplicación son dadas permanentemente por las instituciones de investigación agropecuaria y por los técnicos involucrados en estos temas relacionados con los agroquímicos.
Los controles
La mala aplicación de esos agroquímicos puede representar un peligro para diferentes cultivos que se encuentran aledaños al lote donde se va a aplicar. Por lo tanto es necesario actuar con cautela y manejarlo cumpliendo con todos los requisitos básicos recomendados para evitar derivas que afecten cultivos de vecinos y a plantas o a montes naturales aledaños al lugar donde se pulveriza.
En la provincia de Tucumán se siembra en los últimos años alrededor de 260.000 hectáreas de soja, 60.000 ha de maíz, tiene plantadas unas 230.000 ha de caña de azúcar y alrededor de 36.000 ha de cítricos, a lo que deben sumarse las tierras utilizadas para los cultivos de poroto, de pasturas, de tabaco, de papa, de frutilla y las hortalizas que se cultivan en distintas zonas del territorio provincial.
Esto da una idea del alto volumen de agroquímicos utilizados durante el año y de los que se pueden estar utilizando en estos días, por lo que es fundamental que los responsables del uso y manipuleo de estos productos lo realicen como correspondan, buscando el control más eficientes de las plagas y enfermedades, y eviten el daño a otros cultivos o a montes naturales y minimicen la contaminación del medio ambiente.
Es por eso que resulta necesario verificar las condiciones climáticas reinantes al momento de realizar la aplicación y que deben ser las correctas para evitar accidentes. También el perfecto funcionamiento de las pulverizadoras para colocar el liquido asperjado en el lugar justo y en el momento preciso, y tener el correcto asesoramiento técnico para evitar daños mayores y posibles causas judiciales por daños y perjuicios a terceros.
Las aplicaciones de productos fitosanitarios como insecticidas, herbicidas, fungicidas, fertilizantes deben ser transportados, depositados, manejados, aplicados y desechados de manera correcta. Si se cumplen esas instrucciones se evitan daños en cultivos vecinos y al medio ambiente circundante.
Capacitación
En este contexto es que instituciones como la Eeaoc, el INTA y la Dirección de Agricultura están en permanente contacto con el productor, sea a través de cursos de capacitación sobre aplicaciones de fitoterápicos o de publicaciones especiales sobre el buen uso de agroquímicos. Pero además se cuenta con una ley de agroquímicos vigente y que debe ser aplicada y respetada como corresponde, para ordenar la actividad y poner los límites de cada productor y de terceros.
La Ley Nº 6.291/91 de Agroquímicos y su Decreto Reglamentario Nº299/3 es la herramienta que se tiene para regular todas las acciones relacionadas con los agroquímicos a fin de asegurar su correcta utilización y proteger la salud humana, animal y vegetal, para mejorar la producción agropecuaria y reducir los riesgos para el medio ambiente. Su cumplimiento debe ser una constante y debe ser verificado su cumplimiento de la mejor manera posible.
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