"Necesitamos saber por qué y cómo pasó"

"Necesitamos saber por qué y cómo pasó"

Paola Aiziczon, hermana de Pablo, dijo que la Justicia y la Policía hicieron un excelente trabajo, pero no considera esclarecido el caso. A una semana del hallazgo del cuerpo, los investigadores siguen buscando pistas contra dos imputados. Hipótesis.

EN PLENO PROCEDIMIENTO. El sábado, Borges (reducido en la calle) llevaba sus cosas en un taxi cuando lo interceptó personal de la División Homicidios. LA GACETA / ANTONIO FERRONI EN PLENO PROCEDIMIENTO. El sábado, Borges (reducido en la calle) llevaba sus cosas en un taxi cuando lo interceptó personal de la División Homicidios. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
30 Marzo 2011
"Para mí, el caso no está resuelto aún. Sólo va a estarlo cuando nos digan qué pasó, por qué pasó y cómo pasó". Los interrogantes que todavía siguen abiertos en el caso por el crimen de Pablo Alberto Aiziczon hacen que sus familiares no queden conformes con la detención de dos sospechosos. Y la hermana de la víctima, Paola Aiziczon, aclara que develar esos enigmas también es importante para ellos. "El trabajo que realizó la Policía está bárbaro. Pero falta que me aclaren otros puntos. Agradezco el empeño que se puso y la rapidez con lo que se actuó", reconoció Paola.

El lunes 21 a la siesta, Pablo Aiziczon salió de la casa de su madre, situada en calle Lobo de la Vega al 200. Tenía que dar clases de tenis en el complejo Unidad Sionista, pero nunca llegó. "Tengo que llevar el auto al taller; estoy atrasado", les avisó a algunas personas vía celular. Esa misma tarde, según la pesquisa, fue asesinado de un disparo.

En su auto

El cuerpo del profesor de tenis fue hallado el miércoles pasado, dentro de su Suzuki Swift. Los homicidas abandonaron el rodado en un pasaje del barrio Horco Molle. Habían tratado de prenderle fuego, pero no lo consiguieron. "Hay testigos que vieron el auto estacionado allí ese mismo lunes. El martes, un vecino escuchó un reventón fuerte. Probablemente, el autor del hecho intentó borrar sus huellas", señaló una fuente cercana a la causa. Para entonces, Fernando, hermano menor de la víctima, había conseguido uno de los últimos números telefónicos con los que se había contactado Pablo. La línea estaba a nombre de un tal Jorge Luis Borges. Ese hombre y su pareja, Linda Vanesa Martínez, acabaron siendo detenidos el sábado por la Policía, luego de una minuciosa investigación que implicó el análisis de datos vía internet y por diversas fuentes.

Los sospechosos se abstuvieron de declarar ante el fiscal Carlos Albaca. Según trascendió, el investigador ya solicitó diversas medidas para tratar de encontrar más pruebas en contra de los imputados. Las quemaduras que tiene Borges y los rastros de sangre que encontraron en la casa de los acusados, en barrio Ciudad Parque, son fuertes indicios en su contra. "Ellos van a dar su versión de los hechos", adelantó su abogado defensor, Raúl Paz.

La lupa sobre la pareja

Los investigadores, en tanto, aún tratan de determinar si hay más presuntos partícipes del crimen de Aiziczon. "Hasta ahora, no tenemos elementos para sospechar de alguien más. Pero no vamos a quedarnos solamente con eso. No descartamos nada. Eso sí: tampoco hay indicios de que hubiera sicarios ni nada por el estilo", aclaró una fuente.

Aiziczon, de 40 años, era soltero y vivía con su novia en un departamento céntrico. No tenía hijos. Según las primeras pericias, el crimen no fue premeditado. Al parecer, él y la sospechosa se habrían contactado mediante internet o por un aviso telefónico, pues ella ofrecía "masajes". Los investigadores creen que Borges los habría sorprendido cuando mantenían relaciones y lo ultimó.

Más allá de todo esto, la familia de Aiziczon no se resigna. Entre el dolor por el tremendo episodio, que causó conmoción en Tucumán, allegados al profesor de tenis siguen haciéndose varias preguntas. "No quiero crear hipótesis; para eso confío en la Justicia. Tuvimos la ayuda de Dios para poder despedirlo. Pero yo quiero llegar hasta el final", sostuvo, dolida, Paola.

A la familia de la víctima le llama la atención, por ejemplo, que no aparezcan el reloj, la billetera, la ropa y otros bienes que tenía la víctima. "Como lo dije en todo momento, quiero que me expliquen qué fue lo que pasó. Dejaron una familia destruida con lo que hicieron. Mi hermano era una persona muy querida por todos los que lo conocían. Y esto recién va a estar esclarecido cuando estén todas las respuestas", repitió Paola.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios