25 Marzo 2011
DAMASCO/DERAA.- Las protestas se extienden sin freno por Siria, con miles de personas en las calles que desafían el poder de la familia Assad después de que las fuerzas armadas dispararon contra manifestantes.
En la ciudad de Deraa, en el sur del país, que lleva una semana de multitudinarias protestas, los disparos y los gases lacrimógenos disolvieron a una multitud de miles de personas después de que algunas de ellas prendieran fuego a la estatua del difunto presidente Hafez al Assad, cuyo hijo, Bashar, le sucedió a su muerte en el 2000.
Al Jazeera difundió comentarios de un hombre que dijo que las fuerzas de seguridad habían matado hoy a 20 personas en la localidad cercana de Sanamein.
En Hama, en el centro del país, donde Assad padre sofocó una revuelta islamista en 1982 con el costo de muchos miles de vidas, los residentes dijeron que hoy el pueblo salió a la calle después de la hora de las oraciones cantando "¡La libertad vibra!", un eslogan escuchado en las revueltas que han sacudido el resto del mundo árabe.
El mismo lema se escuchó en las procesiones funerarias en Deraa por algunos de los al menos 37 muertos del miércoles, cuando agentes de seguridad atacaron a grupos prodemocracia en una mezquita. En total, se ha informado de 44 muertes en la última semana en Deraa.
Entre los objetivos de la ira de la multitud hoy estaba Maher al-Assad, hermano del presidente y director de la Guardia Republicana, una fuerza de seguridad especial, y Rami Majluf, un primo que dirige una gran empresa que está acusada por Washington de corrupción.
Siria está en el corazón de una compleja red de conflicto en Oriente Próximo, y es aliado de Irán (un país no árabe y chiíta) contra las potencias occidentales y contra Israel,
Su postura contraria a Israel ha protegido a Assad de algunas de las críticas destinadas por ejemplo, al depuesto líder egipcio, Hosni Mubarak, que defendió un tratado de paz con el estado judío.
Hoy, los manifestantes en Deraa reclamaron al Gobierno que esa hostilidad hacia Israel no es más que palabras, y recalcaron el fracaso de los Assad en recuperar los Altos del Golán, que Israel capturó en la guerra de 1967. "¡Maher, cobarde!", cantaban. "¡Envía a tus tropas a liberar el Golán!".
La rebelión, en tanto, se extiende por todo el país. Las fuerzas de seguridad están en alerta por la jornada de rezos en las mezquitas. Hoy rápidamente sofocaron una pequeña manifestación en la capital, Damasco, donde se llevaron a unos 200 que clamaban en apoyo al pueblo de Deraa.
En Tel, cerca de Damasco, aproximadamente 1.000 personas se congregaron y corearon consignas llamando a los familiares de Assad "ladrones".
El bastión de la élite gobernante
En la propia Deraa, reducto de la mayoría suní que detenta el poder y la riqueza amasada por la élite alauí en torno a Assad, los disturbios llegaron a un punto crítico esta semana después de que la policía detuvo a más de una docena de escolares por escribir grafitis contra el Gobierno.
Bashar al-Assad prometió el jueves estudiar que se garanticen mayores reformas, en un intento por desactivar el brote de demandas populares por libertades políticas y para poner fin a la corrupción.
También prometió intentar terminar con la ley de emergencia que lleva en vigor desde 1963 e hizo una oferta de alzas salariales grandes. (Reuter)
En la ciudad de Deraa, en el sur del país, que lleva una semana de multitudinarias protestas, los disparos y los gases lacrimógenos disolvieron a una multitud de miles de personas después de que algunas de ellas prendieran fuego a la estatua del difunto presidente Hafez al Assad, cuyo hijo, Bashar, le sucedió a su muerte en el 2000.
Al Jazeera difundió comentarios de un hombre que dijo que las fuerzas de seguridad habían matado hoy a 20 personas en la localidad cercana de Sanamein.
En Hama, en el centro del país, donde Assad padre sofocó una revuelta islamista en 1982 con el costo de muchos miles de vidas, los residentes dijeron que hoy el pueblo salió a la calle después de la hora de las oraciones cantando "¡La libertad vibra!", un eslogan escuchado en las revueltas que han sacudido el resto del mundo árabe.
El mismo lema se escuchó en las procesiones funerarias en Deraa por algunos de los al menos 37 muertos del miércoles, cuando agentes de seguridad atacaron a grupos prodemocracia en una mezquita. En total, se ha informado de 44 muertes en la última semana en Deraa.
Entre los objetivos de la ira de la multitud hoy estaba Maher al-Assad, hermano del presidente y director de la Guardia Republicana, una fuerza de seguridad especial, y Rami Majluf, un primo que dirige una gran empresa que está acusada por Washington de corrupción.
Siria está en el corazón de una compleja red de conflicto en Oriente Próximo, y es aliado de Irán (un país no árabe y chiíta) contra las potencias occidentales y contra Israel,
Su postura contraria a Israel ha protegido a Assad de algunas de las críticas destinadas por ejemplo, al depuesto líder egipcio, Hosni Mubarak, que defendió un tratado de paz con el estado judío.
Hoy, los manifestantes en Deraa reclamaron al Gobierno que esa hostilidad hacia Israel no es más que palabras, y recalcaron el fracaso de los Assad en recuperar los Altos del Golán, que Israel capturó en la guerra de 1967. "¡Maher, cobarde!", cantaban. "¡Envía a tus tropas a liberar el Golán!".
La rebelión, en tanto, se extiende por todo el país. Las fuerzas de seguridad están en alerta por la jornada de rezos en las mezquitas. Hoy rápidamente sofocaron una pequeña manifestación en la capital, Damasco, donde se llevaron a unos 200 que clamaban en apoyo al pueblo de Deraa.
En Tel, cerca de Damasco, aproximadamente 1.000 personas se congregaron y corearon consignas llamando a los familiares de Assad "ladrones".
El bastión de la élite gobernante
En la propia Deraa, reducto de la mayoría suní que detenta el poder y la riqueza amasada por la élite alauí en torno a Assad, los disturbios llegaron a un punto crítico esta semana después de que la policía detuvo a más de una docena de escolares por escribir grafitis contra el Gobierno.
Bashar al-Assad prometió el jueves estudiar que se garanticen mayores reformas, en un intento por desactivar el brote de demandas populares por libertades políticas y para poner fin a la corrupción.
También prometió intentar terminar con la ley de emergencia que lleva en vigor desde 1963 e hizo una oferta de alzas salariales grandes. (Reuter)
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