24 Marzo 2011
SENTIMIENTOS. Rizo festejó el fallo, pero todavía no está conforme. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
Habla, pero apenas se la escucha. Hay que acercarle el oído para interpretar sus palabras. La tristeza le provocó esa afonía. Rosa Rizo, la mamá de Eduardo José "Pepe" Salas, tuvo asistencia perfecta en cada jornada del debate oral. Ayer, media sonrisa se dibujó en su cara cuando Silvia Lai fue encontrada culpable del delito.
"El único hijo que tenía me lo mataron. Toda madre quiere que se haga Justicia. Lo que dice ella (su nuera) me parece raro. Es tan feo todo esto", le contó a LA GACETA. Apenada por la pérdida irrecuperable, firme en sus convicciones, la mujer contuvo las lágrimas hasta el final y le ganó la partida al desconsuelo.
Afortunadamente, otros seres queridos le hicieron "el aguante" en los pasillos de Tribunales. "Yo sabía que ella mantenía un romance con Piccinetti. Antes de enterarme lo conocí y me pareció una persona normal. No sé si Pepe sabía. Una vez le pregunté: '¿qué te pasa hijo?' Y él me respondió: 'nada, estoy bien'. Pero me lo decía para que no me preocupara", confesó Rizo. En ese entonces, el agricultor estaba "medio deprimido", constató su madre.
Una vez concluida la auditoría, Rizo caminó emocionada hacia las escaleras del edificio. "Quedé conforme, pero... falta una sentencia más", remató. Hasta entonces no se habrá hecho Justicia para ella.
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