20 Marzo 2011
EN MEDICINA. El uso de rayos dan alivio a pacientes neoplásicos LA GACETA / JOSE NUNO
¿Esa misma radiación que ocasiona daños irreversibles colabora para establecer un diagnóstico médico o para tratar ciertas dolencias?
Sentado en la sala de entrevistas de LA GACETA, el doctor Plinio González, especialista en rayos, con su medidor radiactivo en la mano, se dispuso a contestar. En ese momento puso en funcionamiento el aparato, amarillo y del tamaño de un celular. La intención del especialista era demostrar que las personas están expuestas a radiaciones en forma permanente.
"Estamos sometidos a radiaciones todo el tiempo, aunque por ser naturales son inocuas para el ser humano", demostró cuando la herramienta fluctuó entre 0,11 y 0,12 microsievert (unidad de medida de las radiaciones).
"El radiodiagnóstico aumenta la radiación", respondió el fundador de la primera clínica de rayos en la capital tucumana. "En la mayoría de las veces es más positivo que negativo. Cuando estuvo bien indicado. La dosis que va a recibir el paciente no tiene importancia frente al beneficio", argumentó el profesional. Además sostuvo gracias a una radiografía de tórax, una mamografía o una tomografía, el médico puede establecer un diagnóstico e indicar un tratamiento adecuado, ya sea curativo o paliativo.
Aclaró que los profesionales deben tener el criterio para indicar estudios en los que los dolientes deban someterse a la exposición de rayos. "El médico debe considerar la patología que ve en el paciente. Si uno puede evitar el estudio, es mejor", explicó el experto, y afirmó que dentro de las medidas preventivas en los diagnósticos de neoplasia (cáncer) se solicitan radiografías. En cuanto a patologías que son tratadas con rayos, González citó al cáncer. Su experiencia le permitió comprobar que este tipo de terapias son de mucha ayuda para los pacientes que padecen esta afección, y hay veces que el tratamiento destruye la enfermedad.
"A ellos se le aplica rayos utilizando una técnica determinada", explicó. "Debemos buscar que la superficie de aplicación sea la más pequeña posible y allí dar la dosis útil dentro de la norma que ya se conoce", dijo y reiteró un concepto que el daño que puede provocar una dosis de rayos se minimiza en relación el provecho que obtendrá el paciente.
Sentado en la sala de entrevistas de LA GACETA, el doctor Plinio González, especialista en rayos, con su medidor radiactivo en la mano, se dispuso a contestar. En ese momento puso en funcionamiento el aparato, amarillo y del tamaño de un celular. La intención del especialista era demostrar que las personas están expuestas a radiaciones en forma permanente.
"Estamos sometidos a radiaciones todo el tiempo, aunque por ser naturales son inocuas para el ser humano", demostró cuando la herramienta fluctuó entre 0,11 y 0,12 microsievert (unidad de medida de las radiaciones).
"El radiodiagnóstico aumenta la radiación", respondió el fundador de la primera clínica de rayos en la capital tucumana. "En la mayoría de las veces es más positivo que negativo. Cuando estuvo bien indicado. La dosis que va a recibir el paciente no tiene importancia frente al beneficio", argumentó el profesional. Además sostuvo gracias a una radiografía de tórax, una mamografía o una tomografía, el médico puede establecer un diagnóstico e indicar un tratamiento adecuado, ya sea curativo o paliativo.
Aclaró que los profesionales deben tener el criterio para indicar estudios en los que los dolientes deban someterse a la exposición de rayos. "El médico debe considerar la patología que ve en el paciente. Si uno puede evitar el estudio, es mejor", explicó el experto, y afirmó que dentro de las medidas preventivas en los diagnósticos de neoplasia (cáncer) se solicitan radiografías. En cuanto a patologías que son tratadas con rayos, González citó al cáncer. Su experiencia le permitió comprobar que este tipo de terapias son de mucha ayuda para los pacientes que padecen esta afección, y hay veces que el tratamiento destruye la enfermedad.
"A ellos se le aplica rayos utilizando una técnica determinada", explicó. "Debemos buscar que la superficie de aplicación sea la más pequeña posible y allí dar la dosis útil dentro de la norma que ya se conoce", dijo y reiteró un concepto que el daño que puede provocar una dosis de rayos se minimiza en relación el provecho que obtendrá el paciente.
Lo más popular