Una cuestión de disciplina

Por encima de todo está el respeto a sus superiores. Cada vez que un policía se sienta frente al Tribunal y se le cuestiona algún accionar no duda en afirmar que sólo cumplía órdenes.

El oficial Dardo Jiménez, a cargo del libro de guardia de la comisaría de Banda del Río Salí, dio la definición tal vez más precisa para justificarse: "Si no hubiera disciplina, no habría Policía", dijo.

Jiménez explicó que ellos tienen una base militarizada, donde se respeta la cadena de mando. "Si el jefe me ordena que vaya a hacer algo, le tengo que hacer caso. Porque si no, la Policía no tendría razón de ser", manifestó.

Sin embargo, pareció olvidarse de la disciplina cuando le preguntaban por qué no estaba asentado todo el movimiento que hubo en la comisaría el día que mataron al juez Héctor Agustín Aráoz.

"Pero no se puede poner todo el movimiento. Un personal policial también tiene derecho a ir al baño sin que lo registre en el libro", protestó mientras hablaba Pedro Roldán Vázquez, presidente del Tribunal.

"Usted dice que es muy disciplinado, pero acá lo veo levantar la voz por encima de Presidencia", lo retó Roldán Vázquez.