16 Marzo 2011
Pérez y Ema Gómez "tenían un desliz amoroso"
El policía que era jefe de la ex agente y del ex oficial en el instituto Roca dijo que todos sabían que ambos mantenían una relación. El ex comisario Bolart recordó que tuvo problemas tanto con el juez como con la acusada, cuando la quiso apartar de su lugar de trabajo. Tenso careo con el imputado "No se puede sonreír ni tener expresiones de ningún tipo. Se debe mantener la seriedad que requiere el caso", tuvo que advertir el presidente del tribunal, Roldán Vázquez, durante la audiencia.
RELACIÓN PÚBLICA. El ex comisario Bolart relató algunos entretelones de la relación entre Ema Gómez y Darío Pérez. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
Llevaba más de una semana esperando en una sala contigua. Con impaciencia, las partes esperaban que el presidente del Tribunal, Pedro Roldán Vázquez, anunciara que sería el próximo testigo. Finalmente ayer a la tarde, cuando todos aventuraban que declararía la médico forense, llegó el anuncio: "Que pase el comisario (Francisco) Bolart", dijo Roldán Vázquez.
Bolart era jefe del destacamento policial del instituto Roca el 26 de noviembre de 2004, cuando mataron al juez de Menores Héctor Agustín Aráoz. Allí habían trabajado Ema Hortensia Gómez y Alejandro Darío Pérez, los acusados por homicidio.
"Se había producido una vacante en la guardia policial del Juzgado de Menores. Aráoz me pidió cubrir ese lugar, y cuando lo solicité a mis superiores, enviaron a Gómez", explicó Bolart. Así, la ex agente comenzó a cumplir funciones bajo la órbita del magistrado.
Unos meses más tarde, Pérez fue trasladado a la dependencia del Roca para cumplir las funciones de segundo jefe. "Yo trabajaba por las mañanas y él por la tarde", dijo Bolart. El ex comisario afirmó que entre los imputados había una relación. "No puedo decir que eran novios. Tenían un desliz amoroso", comentó.
En esa supuesta relación basó el fiscal Guillermo Herrera su acusación. De acuerdo con la requisitoria de elevación a juicio, Gómez y Pérez asesinaron al magistrado luego de una discusión entre ella y Aráoz, para ese momento su novio.
Pérez, cuando declaró en el juicio, afirmó que solamente eran compañeros de trabajo, y que en pocas oportunidades la llevó en su remise. Gómez, por su parte, dijo que ellos eran confidentes, y que el ex oficial le reclamó la noche anterior al crimen que terminara su relación con Aráoz. Según varios testigos, ese noviazgo había finalizado unas semanas atrás.
"Toda la guardia policial sabía que ellos tenían una relación íntima", dijo Bolart. Según el ex policía, una noche que regresó al Roca encontró a Pérez y Gómez en una habitación que era utilizada para descanso. "Yo entré y ella salió. Cuando pasaba a su lado, con la mano le rozó su miembro viril", relató.
Luego, según su declaración, llamó a Pérez a su oficina. "Le aconsejé que terminara con esa situación. Él era un hombre casado. Pero dijo que no pasaba nada; siempre lo negó", comentó Bolart.
Ante esta situación, el ex comisario afirmó que se reunió con Aráoz y le dijo que iba a trasladar a Gómez. El juez le contestó que sabía por qué tomaba esa decisión. Al día siguiente, un empleado del juzgado le informó a Bolart que el magistrado le prohibía el ingreso a su despacho. Sin embargo, el jefe de la dependencia del Roca dispuso el traslado de la agente.
"Una mañana siento que una mujer dice ?¿dónde está el comisario??. Salí de mi oficina, la vi a Gómez y me dijo: ?comisario, andá a hacerte cu...?", relató Bolart. Inmediatamente le comunicó que estaba detenida, pero ella salió a la calle. Allí estaba Aráoz en su moto, a quien Bolart le transmitió la sanción que había decidido. "Le dijo a Gómez ?subí?, y se fueron los dos en la moto", comentó. Ese conflicto habría sido el inicio de un sumario que culminó con la rescisión del contrato de la ex agente en la Policía.
El abogado Gustavo Morales solicitó que su defendido, Pérez, sea sometido a un careo con Bolart. Frente a frente, el ex oficial encaró a su ex jefe y negó que lo hubiera encontrado en una situación sospechosa con Gómez. "Si fue así, ¿por qué no me sancionaste?", le manifestó Pérez. "Discúlpeme oficial, pero usted es una bolsa de mentiras", le contestó Bolart, luego de las acusaciones que realizó Pérez.
Luego, la fiscala de Cámara, Juana Prieto de Sólimo, pidió un careo con Gómez. La imputada había acusado a Bolart de suministrar drogas a los menores y dejarlos salir para que roben en la zona. El abogado de la ex agente, Mario Mirra, dijo que hasta que ella no declare, no se sometería a ningún careo. "Sus declaraciones me afectaron de gran manera. Yo la perdono por lo que dijo, está desesperada", fue la respuesta de Bolart a las acusaciones.
"Pérez era un excelente empleado. Ella también. No sé por qué hicieron esto", comentó el ex comisario sobre sus empleados. Si los jueces le creen, la versión de Herrera sobre un crimen con tintes pasionales se afirmaría.
Bolart era jefe del destacamento policial del instituto Roca el 26 de noviembre de 2004, cuando mataron al juez de Menores Héctor Agustín Aráoz. Allí habían trabajado Ema Hortensia Gómez y Alejandro Darío Pérez, los acusados por homicidio.
"Se había producido una vacante en la guardia policial del Juzgado de Menores. Aráoz me pidió cubrir ese lugar, y cuando lo solicité a mis superiores, enviaron a Gómez", explicó Bolart. Así, la ex agente comenzó a cumplir funciones bajo la órbita del magistrado.
Unos meses más tarde, Pérez fue trasladado a la dependencia del Roca para cumplir las funciones de segundo jefe. "Yo trabajaba por las mañanas y él por la tarde", dijo Bolart. El ex comisario afirmó que entre los imputados había una relación. "No puedo decir que eran novios. Tenían un desliz amoroso", comentó.
En esa supuesta relación basó el fiscal Guillermo Herrera su acusación. De acuerdo con la requisitoria de elevación a juicio, Gómez y Pérez asesinaron al magistrado luego de una discusión entre ella y Aráoz, para ese momento su novio.
Pérez, cuando declaró en el juicio, afirmó que solamente eran compañeros de trabajo, y que en pocas oportunidades la llevó en su remise. Gómez, por su parte, dijo que ellos eran confidentes, y que el ex oficial le reclamó la noche anterior al crimen que terminara su relación con Aráoz. Según varios testigos, ese noviazgo había finalizado unas semanas atrás.
"Toda la guardia policial sabía que ellos tenían una relación íntima", dijo Bolart. Según el ex policía, una noche que regresó al Roca encontró a Pérez y Gómez en una habitación que era utilizada para descanso. "Yo entré y ella salió. Cuando pasaba a su lado, con la mano le rozó su miembro viril", relató.
Luego, según su declaración, llamó a Pérez a su oficina. "Le aconsejé que terminara con esa situación. Él era un hombre casado. Pero dijo que no pasaba nada; siempre lo negó", comentó Bolart.
Ante esta situación, el ex comisario afirmó que se reunió con Aráoz y le dijo que iba a trasladar a Gómez. El juez le contestó que sabía por qué tomaba esa decisión. Al día siguiente, un empleado del juzgado le informó a Bolart que el magistrado le prohibía el ingreso a su despacho. Sin embargo, el jefe de la dependencia del Roca dispuso el traslado de la agente.
"Una mañana siento que una mujer dice ?¿dónde está el comisario??. Salí de mi oficina, la vi a Gómez y me dijo: ?comisario, andá a hacerte cu...?", relató Bolart. Inmediatamente le comunicó que estaba detenida, pero ella salió a la calle. Allí estaba Aráoz en su moto, a quien Bolart le transmitió la sanción que había decidido. "Le dijo a Gómez ?subí?, y se fueron los dos en la moto", comentó. Ese conflicto habría sido el inicio de un sumario que culminó con la rescisión del contrato de la ex agente en la Policía.
El abogado Gustavo Morales solicitó que su defendido, Pérez, sea sometido a un careo con Bolart. Frente a frente, el ex oficial encaró a su ex jefe y negó que lo hubiera encontrado en una situación sospechosa con Gómez. "Si fue así, ¿por qué no me sancionaste?", le manifestó Pérez. "Discúlpeme oficial, pero usted es una bolsa de mentiras", le contestó Bolart, luego de las acusaciones que realizó Pérez.
Luego, la fiscala de Cámara, Juana Prieto de Sólimo, pidió un careo con Gómez. La imputada había acusado a Bolart de suministrar drogas a los menores y dejarlos salir para que roben en la zona. El abogado de la ex agente, Mario Mirra, dijo que hasta que ella no declare, no se sometería a ningún careo. "Sus declaraciones me afectaron de gran manera. Yo la perdono por lo que dijo, está desesperada", fue la respuesta de Bolart a las acusaciones.
"Pérez era un excelente empleado. Ella también. No sé por qué hicieron esto", comentó el ex comisario sobre sus empleados. Si los jueces le creen, la versión de Herrera sobre un crimen con tintes pasionales se afirmaría.
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