15 Marzo 2011
LA FOTO DE LA ESPERANZA. El llanto de la niña alertó a los rescatistas; sólo tiene cuatro meses. REUTERS
TOKIO, Japón.- "Pensé que iba a ser el último día de mi vida". Así resumió Hiromitsu Shinkawa sus sensaciones luego del tsunami que siguió al terremoto del viernes pasado en Japón. El hombre sobrevivió tras aferrarse al tejado de su casa, sobre el que navegó nueve millas durante tres días. "Varios helicópteros y barcos pasaron, pero ninguno me vio", señaló, al ser rescatado.
La de este hombre es una de las tantas historias conmovedoras que los rescatistas sacaron de entre los escombros. Otra que recorrió el mundo fue la de una pequeña de cuatro meses que logró mantenerse con vida bajo el lodo hasta que fue hallada en el pueblo de Ishinomaki. La beba se encuentra deshidratada y con hipotermia, por lo que los soldados la envolvieron en una manta hasta encontrar al padre, también entre la chatarra.
"Su descubrimiento ha puesto una nueva energía en la búsqueda. Vamos a escuchar, mirar y cavar con mucha más diligencia a partir de ahora", expresó un funcionario, en declaraciones reproducidas por el diario español "El Mundo". (Especial)
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