"Las hice todas, pero me quedan sueños por cumplir", dijo "La Mona"

"Las hice todas, pero me quedan sueños por cumplir", dijo "La Mona"

El cuartetero cordobés dice que morirá de pie en los escenarios, porque no se imagina la vida sin el contacto con el público. Entre hazañas, colecciones, y música.

ENTUSIASMO. A "La Mona" lo entusiasma actuar por segunda vez en Ranchillos. Espera que no sea la última. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
11 Marzo 2011
"Las hice todas, pero me quedan dos sueños por cumplir: quiero grabar mis grandes éxitos con la orquesta Sinfónica de Córdoba y sus 80 músicos, y el otro es traerme un Grammy". Carlos "La Mona" Jiménez dispara la respuesta sin pensarlo.

Pero durante la charla con LA GACETA el cuartetero deja ver que hay más cuentas pendientes. Por ejemplo, quiere un premio Gardel de Oro (tiene nada menos que 10 de los "comunes"). Y también entrar al libro de los récord Guinnes y abrir un museo propio.

"Grabé 81 discos, tengo 1.100 canciones, hice 11.850 shows de cuatro horas sin contar los más cortos que hago en Buenos Aires o en festivales como el de Ranchillos. Estoy haciendo los papeles porque quiero el récord", dice con entusiasmo.

La idea del museo también está en curso. "Tengo que conseguir el lugar, porque necesito media manzana por lo menos. Tengo 6.700 trajes de show, 3.400 borcegos de los trajes. Es una casa llena de ropa, toda bien conservada desde que empecé; lo estamos planeando y creo que en dos años lo voy a inaugurar", anticipa.

"Es bueno seguir teniendo sueños y proyectos, es lo que te impulsa a seguir", reflexiona.

Última gira

Antes de viajar a Tucumán para actuar en el cierre del carnaval en Ranchillos mañana, "La Mona" desmintió el rumor sobre su retiro de los escenarios. "Esta va a ser mi última gira, eso sí. Me quedo en Córdoba a pasar mis últimos años, aunque voy a seguir yendo a otros lugares. Pero no en giras de esas de 15 o 20 días", afirma.

Lo hará, explica, porque está cansado de tanto viaje, y porque cree que se debe a su público cordobés. "Cada fin de semana hay 25.000 pibes en mis shows, y son la cuarta generación que hago bailar. Arranco los viernes, a veces los jueves, y no paro hasta el domingo; cuando viajo, los cordobeses siempre aparecen en combis en otras provincias... A Tucumán van a ir como 500, según me contaron -reveló-. Es algo que me alegra mucho, y que merece mi compromiso con ellos".

De lo que está seguro es de que mientras su salud se lo permita, no va a dejar de cantar. "Voy a morir sobre el escenario", asegura. Cuando habla de la muerte, inmediatamente se refiere a su propia historia. "Mi vida no fue fácil, yo debería haberme muerto a los 13 años, o a los 21, cuando por un botellazo en la cabeza estuve cinco meses en coma y un año en rehabilitación... "El Flaco" no quiso llevarme porque prefirió que me quede para cantarle al pueblo, para alegrarlo", asegura.

Para que quede claro que no piensa en retirarse, remarca que su último disco se llama "La Mona sigue a full", y que si su decisión hubiera sido dejar la música, se habría titulado "La mona se va a dormir". Luego se ríe con ganas. También aclara que no va a hacer como Los Chalchaleros. "Estuvieron diez años de gira de despedida...", dice y vuelve a reírse.

Ahora está entusiasmado con esta idea de grabar con la orquesta. "Es un gasto enorme el que voy a tener que hacer, pero ya sabés que no me rindo fácil. Yo tengo mi propia consola de 56 canales, un estudio móvil, pero para esto necesito una de 100, porque además de un disco voy a grabar un DVD y quiero que suene perfecto. Lo vamos a hacer, ya van a ver", confirma.

"La Mona" está feliz porque por segunda vez actuará en Ranchillos (la primera fue el año pasado) y tenía referencias de su famoso carnaval: "Es una locura hermosa lo que pasa ahí, con la pintura, la alegría de la gente bailando... Va a ser un gusto ir otra vez, aunque es probable que vuelva algún día si me invitan".