Algunos ómnibus viajan y otros no

Habían visto películas de acción, también cómicas y hasta esas románticas que se guardan para los días de soledad. Sentados en los asientos, buscando alguna posición para estar cómodos, o bien parados afuera del colectivo, hablaban de distintos temas para escapar de ese mal trago que les estaba haciendo pasar el terraplén destruido. En consecuencia, no había lucha alguna que pudiera hacer frente a la ansiedad y a la falta de baños. Era evidente que los pasajeros de las líneas de larga distancia que pararon sus motores a causa del percance vial, estaban agobiados; con la tristeza y el enojo a flor de piel, apoyando sus "caras largas" en el vidrio frío de las ventanillas. "No podemos abandonar a los pasajeros en la ruta e irnos. Pero tampoco estamos para entretenerlos. Esperaremos el servicio que viene de Metán para hacer un transbordo. Por ahora, esa es la única salida que queda", comentaba un chofer de Andesmar - tan cansado como todos-, quizás para calmar el ánimo del viajero.

"Aunque el viaje demorase tres horas más, nuestra empresa decidió tomar la alternativa de la ruta 16 y dar la vuelta por Santiago del Estero para no suspender los servicios", contaba en una charla telefónica con LA GACETA Alejandro Carrión, empleado de la línea Flecha Bus. Por su parte, La Veloz del Norte suspendió la actividad hasta hoy. Ayer, alrededor de las 16.30, al comunicarse que ya se estaba habilitado un carril, Mercobus y Balut decidieron terminar con normalidad los servicios previstos.