07 Marzo 2011
IMPOTENTES. Los autos esperaban, en doble fila, que la ruta se despeje. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL (ENVIADO ESPECIAL)
Las obras de reparación siguen, pero también las filas y las protestas de las bocinas. El trayecto de la ruta 9 que ayer se derrumbó -que une Salta con Tucumán y se encuentra sobre el río Las Cañas- sólo tiene habilitado uno de los carriles. El secretario de Defensa Civil de la provincia vecina, Gustavo Paul, calculó que la ruta quedará normalizada mañana. "Estamos trabajando a contrarreloj, porque en unas horas el flujo vehicular aumentará aún más", señaló a LA GACETA.
El ingeniero precisó que el primer paso para reparar el camino fue reencauzar el río, que se desbordó en la madrugada de ayer, lo que posteriormente provocó el desplome del terraplén del puente. "Luego, se rellenará el sector dañado hasta asegurarnos de que permanezca estable. Mientras tanto, las demoras para cruzar el paso continúan, ya que además de camiones y vehículos, llegan muchos refuerzos de colectivos, por el fin de semana largo", refirió.
Paul también señaló que la reparación se extendió durante toda la jornada de hoy y que podría ocupar también la madrugada. Roberto Rivero, jefe de Conservación de Vial NOA -la empresa a cargo de la ruta- añadió que se permite la circulación de todo tipo de rodados. "Se deja pasar por períodos de 10 minutos de cada lado", explicó. Las estaciones de servicio y los hoteles de Rosario de la Frontera se encuentran llenos de viajeros. LA GACETA ©