"No hay un solo lugar seco; todo es agua y desolación"

"No hay un solo lugar seco; todo es agua y desolación"

En Sud de Lazarte vivieron horas críticas.

RÍO CHICO. El agua está cerca del puente; hay que circular con precaución. LA GACETA / TERESA PASQUERO
26 Febrero 2011
CONCEPCION.- El llamado desesperado de doña Clara Moreno a su hija Elisa Sosa, desde su casa de Sud de Lazarte, denunció el drama angustiante que vivieron en la noche del jueves todos los vecinos de la zona. "Vengan a sacarme de aquí, se me está cayendo la casa y al agua la tengo hasta más arriba de la cintura", clamó la señora. Elisa, que se encontraba en su casa de Monteagudo, no pudo hacer nada en ese momento, más que desesperar.

La lluvia arreciaba y no había transporte acuático para llegar hasta Sud de Lazarte para rescatar a Clara. Un gomón semirígido debía llegar desde la capital, buscarla en su casa que estaba punto de quedar bajo el agua y de ahí recorrer los casi 15 km que la separaban de su hija en Monteagudo, navegando el río Chico.

Pero no fue hasta el mediodía que el vehículo, provisto por la dirección de Emergencias del Siprosa con el médico Francisco Barriento a bordo, consiguió llegar al destino: un desperfecto en el motor amenazaba con quebrar los nervios de doña Clara, que sólo podía ver que no arrancaba.

"Lo que más me preocupa de ella es que está enferma. No sé como saldrá de esto si dice que está en medio del agua. Me imagino como estará sufriendo. Ojalá que a la pobre la saquen rápido" rogó Elisa y sus súplicas fueron oídas: finalmente, tras un buen rato de trabajar, un mecánico consiguió dar marcha al gomón.

Al tope

A Sud de Lazarte y a Niogasta, la nueva creciente llegó alrededor de las 23 del jueves. Las aguas del furibundo río Chico llegaron a alcanzar el nivel del puente, en la localidad de Monteagudo. Las turbulentas y oscuras aguas casi llegan a arrastrar a los vecinos de los parajes del este. Hasta ayer, afortunadamente no había reportes de desaparecidos o heridos.

"No hay nada que hacer. La gente tiene que salir de ahí porque el riesgo de terminar ahogada es alto. Yo vivía en Esquina y me vine hasta Monteagudo, que es más seguro. Cuesta salir del lugar de uno, pero también me cansé de sufrir las inundaciones", confesó Elisa.

"En Sud de Lazarte y Esquina no hay un sólo lugar seco. Todo es agua y desolación. Muchos quieren salir, pero hay que tener un lugar donde ir. Sin techo y trabajo, es difícil dejar el pueblo", lamentó Inés Albornoz, cuyos padres permanecían anegados. (C)

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