20 Febrero 2011
Por Eric Lax
¿Lee poesía a menudo?
Ultimamente he releído mucha poesía. Muchos de mis autores favoritos siguen siendo los mismos que siempre me han gustado. Si hubiera hablado conmigo hace algunos años le habría dicho que la poesía es como dar a un tipo un folio o un lienzo en blanco que emborrona con cuatro brochazos de pintura para luego decir "sí, eso es lo que hace Kandinsky o De Kooning. Podría hacer diez de estos al día". No lo entiende, te dan ganas de decirle: "eso no es lo que hace. Tu te limitas a manchar el lienzo de pintura y crees que ellos hacen lo mismo pero no es así". Pues así era yo con la poesía. Siempre me ha gustado, pero cuanto más leo, mejor me parece Yeats y mayor es mi capacidad para apreciar su verdadero valor. Son muchos los poetas que estimo. Todo el mundo que conozco admira a Elliot, naturalmente, porque para mí es el gran poeta urbano. Pero Yeats es increíble, teniendo en cuenta lo que uno persigue cuando escribe poesía. Es formidable, como Shakespeare. Siempre me han encantado Emily Dickinson, William Carlos Williams, Robert Frost y E. E. Cummings. Y me encanta Philip Larkin. Creo que si hubiera tenido una educación mejor, podría escribir poesía, porque un escritor de comedia tiene alguna de las aptitudes necesarias para ello. Uno tiene que trabajar con los matices, el oído y la métrica, y si quita una sola sílaba de una frase, la gracia de un gag se puede ir al diablo. Y todo eso es una cuestión de sensibilidad. Hay veces que un corrector me corrige algo de un relato y le digo: "pero, ¿no te das cuenta de que si le añades una sola sílaba ya no tiene ninguna gracia?" Por otro lado, cuando uno cuenta o escribe un chiste, el factor de la concisión es fundamental, como ocurre en la poesía. En muy pocas palabras condensas un pensamiento o un sentimiento y todo depende de lo bien equilibrado que estén. Sin embargo, no es algo que uno haga de manera deliberada. Por ejemplo: "no tengo miedo a morir. Simplemente no quiero estar presente cuando eso suceda" es una frase que expresa algo de forma sucinta y si se emplea una sola palabra de más o de menos pierde fuerza. Quizá si experimentase encontraría una manera mejor de decir lo que quiero, pero en lo básico mi modo funciona. Y uno lo hace por instinto. No cuenta las palabras ni nada de eso. Al igual que el poeta. No trabaja la métrica de manera numérica, sino dejándose llevar por el sentimiento.
Eric Lax - Periodista, colaborador del New York Times y Vanity Fair. Autor de Woody Allen: una biografía.
* Fragmento de Conversaciones con Woody Allen, de Eric Lax (Lumen)
¿Lee poesía a menudo?
Ultimamente he releído mucha poesía. Muchos de mis autores favoritos siguen siendo los mismos que siempre me han gustado. Si hubiera hablado conmigo hace algunos años le habría dicho que la poesía es como dar a un tipo un folio o un lienzo en blanco que emborrona con cuatro brochazos de pintura para luego decir "sí, eso es lo que hace Kandinsky o De Kooning. Podría hacer diez de estos al día". No lo entiende, te dan ganas de decirle: "eso no es lo que hace. Tu te limitas a manchar el lienzo de pintura y crees que ellos hacen lo mismo pero no es así". Pues así era yo con la poesía. Siempre me ha gustado, pero cuanto más leo, mejor me parece Yeats y mayor es mi capacidad para apreciar su verdadero valor. Son muchos los poetas que estimo. Todo el mundo que conozco admira a Elliot, naturalmente, porque para mí es el gran poeta urbano. Pero Yeats es increíble, teniendo en cuenta lo que uno persigue cuando escribe poesía. Es formidable, como Shakespeare. Siempre me han encantado Emily Dickinson, William Carlos Williams, Robert Frost y E. E. Cummings. Y me encanta Philip Larkin. Creo que si hubiera tenido una educación mejor, podría escribir poesía, porque un escritor de comedia tiene alguna de las aptitudes necesarias para ello. Uno tiene que trabajar con los matices, el oído y la métrica, y si quita una sola sílaba de una frase, la gracia de un gag se puede ir al diablo. Y todo eso es una cuestión de sensibilidad. Hay veces que un corrector me corrige algo de un relato y le digo: "pero, ¿no te das cuenta de que si le añades una sola sílaba ya no tiene ninguna gracia?" Por otro lado, cuando uno cuenta o escribe un chiste, el factor de la concisión es fundamental, como ocurre en la poesía. En muy pocas palabras condensas un pensamiento o un sentimiento y todo depende de lo bien equilibrado que estén. Sin embargo, no es algo que uno haga de manera deliberada. Por ejemplo: "no tengo miedo a morir. Simplemente no quiero estar presente cuando eso suceda" es una frase que expresa algo de forma sucinta y si se emplea una sola palabra de más o de menos pierde fuerza. Quizá si experimentase encontraría una manera mejor de decir lo que quiero, pero en lo básico mi modo funciona. Y uno lo hace por instinto. No cuenta las palabras ni nada de eso. Al igual que el poeta. No trabaja la métrica de manera numérica, sino dejándose llevar por el sentimiento.
Eric Lax - Periodista, colaborador del New York Times y Vanity Fair. Autor de Woody Allen: una biografía.
* Fragmento de Conversaciones con Woody Allen, de Eric Lax (Lumen)
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