"Él me dijo: 'ponele fin a esa relación o se la pongo yo; mirá que no me va a temblar la mano'"

"Él me dijo: 'ponele fin a esa relación o se la pongo yo; mirá que no me va a temblar la mano'"

Ema Gómez rompió el silencio y aseguró que el ex oficial le había anticipado que si ella no cortaba con el magistrado, él lo iba a matar.

15 Febrero 2011
"Informo que la imputada Gómez manifiesta su derecho de declarar", dijo el secretario Carlos Lix Klett, y la cara de todos los presentes se tensó. Ema Hortencia Gómez, una de las imputadas por el homicidio del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz, había decidido romper con seis años de silencio.

"Quiero decirle que soy inocente de los cargos que se me imputan", fueron las primeras palabras que formuló al presidente del tribunal, Pedro Roldán Vázquez. Su declaración fue pausada y en reiteradas oportunidades se quebró. Estrategia o no, por primera vez habló de lo que hizo el día del crimen, aunque no terminó su declaración.

"El 25 de noviembre a la noche lo llamo a (Darío) Pérez para que me busque para ir a Bella Vista. Éramos muy amigos, nos contábamos muchas cosas", comentó sobre la relación que la unía con el ex policía.

Luego, aclaró como se conocieron y por qué la sacaron de la fuerza. "Me desempeñaba como agente en el despacho del doctor Aráoz, de Agustín, cuando yo comencé una relación con el juez. Durante ese período lo visita el jefe de Policía Pedro Ledesma. Le dice que al ser pareja no podíamos trabajar en un mismo lugar. Por eso me trasladan al instituto Roca", contó.

Gómez realizó una fuerte acusación contra Pérez y el jefe del destacamento, el comisario David Bolart. "Pérez era el encargado de suministrarles droga a los menores con Bolart. Yo lo sabía porque él (por Pérez) me decía eso. Soy testigo de que dejaban salir a los menores para que robaran en la zona. También soy testigo cuando un menor le practicaba sexo oral al comisario Bolart", declaró.

Su conocimiento sobre esos hechos serían, según Gómez, los que motivaron su baja de la Policía. "Fue el 14 de octubre. Hice entrega de mi arma reglamentaria y de mi chapa", manifestó. Por la crisis de nervios que tuvo, Aráoz la buscó en su camioneta y la llevó a su casa, en Yerba Buena. "Me dijo que le cuente todo lo que había pasado y yo le conté. Así conocí a Darío Pérez y es el porqué me sacan de la fuerza policial", afirmó.

Luego, la ex agente retomó el relato de la noche anterior al crimen. "Él me lleva a mi casa. Me decía ?¿qué vas a hacer con Agustín?, ¿cuándo lo vas a dejar a ese viejo pu...? Yo soy un hombre, yo soy un macho. Ese viejo te dobla en edad. Somos la dupla perfecta. Vos tenés influencia política y yo policial?", contó Gómez. Luego, dijo que Pérez le proporcionó cocaína y una bolsas con pastillas. "Cuando se va de mi casa me dice: ?¿qué vas a hacer? Ponele fin a la relación o le pongo yo. No me va a temblar la mano para hacerlo aca a ese viejo (sic)?", expresó Gómez.

La mañana siguiente, ella se dirigió al centro con su padre. "Me encontré con el legislador Gerónimo Vargas Aignasse. Le conté que ya no pertenecía a la Policía y que estaba sin trabajo. Me dijo si surgía algo me iba a llamar", dijo. Más tarde comenzaron los llamados a Pérez, ya que se había quedado angustiada por la discusión de la noche anterior. "Me dijo que estaba trabajando. A las 16.30 me atiende otra persona y me dice que se había ido con un viaje a Yerba Buena. Me fui a un bar. Tomaba un trago y me iba al baño a tomar cocaína. Una y otra vez. Luego salí y me tomé todas las pastillas que me había dado Pérez", relató la ex agente. Así, justificó el mensaje de texto que envió a las 18.30 a Pérez, que decía "hice algo malo, ayudame". "Yo le quería decir que me había tomado todas las pastillas. No puedo seguir declarando, me siento mal", dijo entre sollozos.

Luego de un breve silencio, giró su mirada hacia Pérez y, despacio, le preguntó: "¿por qué lo has muerto? ¿Por qué?". Un largo silencio se apoderó de la sala, y un cuarto intermedio puso fin a la declaración.

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