14 Febrero 2011
SE DECIDIO A DECLARAR. Gómez reveló que el día del crimen se encerró en el baño de un bar a consumir cocaína. LA GACETA/JORGE OLMOS SGROSSO
Se decidió. Ema Gómez determinó que era momento de romper el silencio y sentarse frente a los jueces para contar su versión de los hechos. Y así lo hizo esta tarde. La acusada por el homicidio del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz insistió en que Alejandro Darío Pérez es el asesino e incluso señaló que él había anunciado su intención de matarlo. "Señor presidente, quiero decir que soy inocente de todos los cargos que se me imputan", dijo, llorando y evidentemente conmocionada, al iniciar su declaración.
La ex agente empezó hablando de su relación con Pérez. Dijo que se habían conocido en el Instituto Roca, donde ambos trabajaban. "El era el encargado de suministrarle drogas a los menores", aseguró. También relató un supuesto incidente que mantuvo allí con el comisario David Bolart, que se desempeñaba como jefe del destacamento, a quien acusó de intentar forcejarla "para que callara todo lo que sabía". "Soy testigo de que liberaban a los menores de noche para que salgan a robar", expresó.
Gómez comentó que ella y Pérez se hicieron muy amigos y confidentes. Indicó que la noche antes del homicidio, el 25 de noviembre de 2004, le pidió que la llevara a su casa de Bella Vista. "Esa noche él estaba nervioso y me decía ?cuándo lo vas a dejar a ese viejo; yo soy un hombre, un macho, cómo podés estar con él. Nosotros hacemos un dúo perfecto: vos tenés los contactos políticos y yo, los policiales?", relató, y agregó que el hombre le entregó en ese momento sendas bolsas con cocaína y pastillas. Luego, siempre según la declaración de Gómez, Pérez le habría advertido: "ponele fin a esa relación o le pongo yo, porque no me va a temblar la mano para hacerlo aca a ese viejo (sic)".
La ex agente recordó que esa conversación la puso muy nerviosa y que al día siguiente intentó comunicarse varias veces con su colega para pedirle que hablaran. "Todo el tiempo me dijo que estaba ocupado. Hasta que en una oportunidad me atendió el celular otra persona que me informó que Pérez se había dirigido a Yerba Buena (donde residía el juez)", expresó, y agregó que eso la angustió mucho por lo que comenzó a dar vueltas por el centro, sin rumbo.
"Entré a un bar, empecé a tomar y en el baño consumí la cocaína y las pastillas que me había entregado él. Por eso le envié ese mensaje de texto en el que le decía ?hice algo malo, ayudame?", reveló. Tras esto, Gómez -que en ningún momento de su testimonio dejó de llorar- manifestó que se sentía mal y que no deseaba seguir hablando. Pero antes de levantarse, volvió a dirigirse a Pérez: "¿por qué lo has muerto al juez, por qué?". Luego de esto, los magistrados decidieron llamar a un cuarto intermedio. LA GACETA ©
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