26 Enero 2011
Es un hecho que el uso de la computadora u otras tecnologías en general va ganando terreno sobre las actividades al aire libre entre los chicos. Este fenómeno tiene sus puntos a favor y sus puntos en contra. El hecho de que cada vez menos chicos sepan atarse los cordones es precisamente uno de los efectos negativo, evalúa la psicopedagoga Natalia Jiménez Terán. No es lo único: en las aulas las maestras están viendo cómo aumentan los problemas de los alumnos en su escritura manual.
"Lo que vemos es una dificultad en el desarrollo de la motricidad fina, que evoluciona de la mano de muchos juegos que se fueron dejando de lado para priorizar la tecnología", explica Jiménez Terán. La motricidad fina comprende todas aquellas actividades del niño que necesitan de una precisión y un elevado nivel de coordinación. "Pintar, enhebrar, recortar, moldear, dibujar, usar rasti y otros juegos de encastre son los que ayudan a perfeccionar la movilidad precisa. Son fundamentales en actividades como atar los cordones y para desarrollar la lectoescritura", explica la psicopegoga, y aclara que apretar las teclas de una computadora o de un teléfono no es precisamente una actividad que ayude.
"Los problemas suelen saltar a los seis, siete años. A esa edad ya hay muchos chicos con celulares propios y que usan la computadora sin límite. No es raro que les cueste escribir y que eso perjudique su desempeño en el aula", detalla. Coincidió con la especialista Marta Robles, docente de EGB 1. "El problema no es la tecnología, es que no se equilibra con otras actividades fundamentales, como jugar a la pelota o a las muñecas, que ayudan a la motricidad", sostiene.
Las expertas destacan, por otro lado, que internet tiene un lado muy positivo en los chicos: está recuperando el interés por la lectura. "Los alumnos leen mucho y sobre diversos temas, también escriben más, en celulares y computadoras", relatan. Y reiteran que el problema está en los límites: "los padres deben crearles interés por juegos manuales, por las artes plásticas", concluye.
"Lo que vemos es una dificultad en el desarrollo de la motricidad fina, que evoluciona de la mano de muchos juegos que se fueron dejando de lado para priorizar la tecnología", explica Jiménez Terán. La motricidad fina comprende todas aquellas actividades del niño que necesitan de una precisión y un elevado nivel de coordinación. "Pintar, enhebrar, recortar, moldear, dibujar, usar rasti y otros juegos de encastre son los que ayudan a perfeccionar la movilidad precisa. Son fundamentales en actividades como atar los cordones y para desarrollar la lectoescritura", explica la psicopegoga, y aclara que apretar las teclas de una computadora o de un teléfono no es precisamente una actividad que ayude.
"Los problemas suelen saltar a los seis, siete años. A esa edad ya hay muchos chicos con celulares propios y que usan la computadora sin límite. No es raro que les cueste escribir y que eso perjudique su desempeño en el aula", detalla. Coincidió con la especialista Marta Robles, docente de EGB 1. "El problema no es la tecnología, es que no se equilibra con otras actividades fundamentales, como jugar a la pelota o a las muñecas, que ayudan a la motricidad", sostiene.
Las expertas destacan, por otro lado, que internet tiene un lado muy positivo en los chicos: está recuperando el interés por la lectura. "Los alumnos leen mucho y sobre diversos temas, también escriben más, en celulares y computadoras", relatan. Y reiteran que el problema está en los límites: "los padres deben crearles interés por juegos manuales, por las artes plásticas", concluye.