12 Enero 2011
SORPRENDIDOS. Los peritos policiales observan el agujero en el cielo raso y la escalera que dejaron los ladrones. LA GACETA / ARCHIVO
Ni las cámaras de seguridad que rodean el Paseo de la Independencia ni las alarmas impidieron que al menos dos delincuentes se apoderaran de dos valiosas piezas religiosas que estaban exhibidas en el Museo de Arte Sacro, en calle Congreso 53. Los ladrones abrieron un boquete en el techo, bajaron hasta la galería y luego de romper dos vitrinas se apoderaron de una custodia de plata y de otra de oro. No tocaron nada más. El museo había estado cerrado desde el 30 de diciembre y las autoridades descubrieron ayer lo sucedido cuando abrieron las puertas. Hasta anoche no había ninguna pista de los atacantes.