04 Enero 2011
Es el mirador más espectacular que tiene la ruta 307, antes de llegar a Tafí del Valle. Y como no podía ser de otra forma, los fanáticos se adueñaron de la zona que rodea a El Indio para ser testigos privilegiados del paso de los competidores del Dakar.
Un camino estrecho y una subida muy empinada son características que ninguna carrera de rally debe dejar de tener. Y aunque los pilotos pasen por allí en enlace la aparición sobre todo de los enormes camiones es un espectáculo que no puede dejar de verse en una competencia que para Tucumán es histórica.
Anoche, a las 0, la ruta fue cerrada al público, justamente para evitar accidentes. Por eso los fanáticos tomaron posición desde temprano en El Indio. Aún no había llegado la primera moto al hipódromo cuando decenas de tucumanos ya estaban arremolinados sobre la ruta. Parrillas, carbón, bebidas y música amenizaron la espera. "Nos turnamos para dormir en el auto, pero la vamos a pasar bien, con un asadito y algo para tomar vamos a ver todo tranquilos", comentó Alvaro, mientras encendía el fuego y se preparaba un fernet.
Familias completas, grupos de amigos y hasta solitarios fanáticos no quisieron perderse la fiesta del Dakar. Y El Indio fue uno de los puntos más concurridos.
Un camino estrecho y una subida muy empinada son características que ninguna carrera de rally debe dejar de tener. Y aunque los pilotos pasen por allí en enlace la aparición sobre todo de los enormes camiones es un espectáculo que no puede dejar de verse en una competencia que para Tucumán es histórica.
Anoche, a las 0, la ruta fue cerrada al público, justamente para evitar accidentes. Por eso los fanáticos tomaron posición desde temprano en El Indio. Aún no había llegado la primera moto al hipódromo cuando decenas de tucumanos ya estaban arremolinados sobre la ruta. Parrillas, carbón, bebidas y música amenizaron la espera. "Nos turnamos para dormir en el auto, pero la vamos a pasar bien, con un asadito y algo para tomar vamos a ver todo tranquilos", comentó Alvaro, mientras encendía el fuego y se preparaba un fernet.
Familias completas, grupos de amigos y hasta solitarios fanáticos no quisieron perderse la fiesta del Dakar. Y El Indio fue uno de los puntos más concurridos.