30 Diciembre 2010
BUENOS AIRES (Enviado especial, Carlos Werner).- De todo y para todos los gustos. Simuladores de la carrera, montañas de arena, gorras, remeras, calcomanías, bellas promotoras, música, camionetas, motos, cuatriciclos y camiones de todas las marcas. Un verdadero festival para los ojos y una tentación para los bolsillos. La Aldea Dakar abrió sus puertas ayer en La Rural y LA GACETA la recorrió este mediodía.
Los amantes del ruido de los motores estuvieron de parabienes. Las firmas auspiciantes, desde fabricantes de vehículos hasta marcas de bebidas, montaron gigantescas carpas. Impresionaron las del lubricante Total, la del Banco Macro y la pista de la camioneta VW Amarok, en donde se pudo probar el modelo 4x4. Tampoco se quedaron atrás los stands de Subaru y Fernet Branca.
La empresa Red Bull ofreció a los visitantes un amplísimo living, con mullidos sillones, para la comodidad de quienes optaron por un breve descanso antes de continuar con el recorrido. Y para quienes pretendieron quedarse con un recuerdo, las gorras -lo más vendido- costaban $ 60; las remeras, $ 80 y las camisas, $ 180. LA GACETA ©
Los amantes del ruido de los motores estuvieron de parabienes. Las firmas auspiciantes, desde fabricantes de vehículos hasta marcas de bebidas, montaron gigantescas carpas. Impresionaron las del lubricante Total, la del Banco Macro y la pista de la camioneta VW Amarok, en donde se pudo probar el modelo 4x4. Tampoco se quedaron atrás los stands de Subaru y Fernet Branca.
La empresa Red Bull ofreció a los visitantes un amplísimo living, con mullidos sillones, para la comodidad de quienes optaron por un breve descanso antes de continuar con el recorrido. Y para quienes pretendieron quedarse con un recuerdo, las gorras -lo más vendido- costaban $ 60; las remeras, $ 80 y las camisas, $ 180. LA GACETA ©
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