30 Diciembre 2010
BUENOS AIRES (Enviado especial, Carlos Werner).- La cuenta regresiva para la largada del Dakar 2011 comenzó para Rodolfo Bollero y Miguel Reginato, los dos tucumanos que participarán del rally, pero las últimas horas se viven con mucha intensidad. El primero pasó esta mañana por la verificación técnica, mientras que el debutante tiene turno para después del mediodía. Esta tarde les darán los resultados.
LA GACETA dialogó en el predio de La Rural, en Buenos Aires, con miembros de ambos equipos, mientras ajustaban detalles. "Siempre hay cuestiones de último momento, por eso hay que estar pendientes de todo lo que le pase a la moto", reflexionó Bollero, con la tranquilidad de quien ya pasó una vez por esta etapa. Contó que más que en los aspectos técnicos, su equipo se concentró en la tarea de unificación de criterios de trabajo durante la competencia.
Más intenso fue el trabajo en lo de Reginato debido a dos cuestiones: los nervios del debut y un desajuste de última hora que puso ansiosos a todos. Andrés, el navegante de la camioneta e hijo del piloto, expresó que están asombrados por la tecnología de punta que se ve en cada vehículo. "Es impresionante, no lo podemos creer, nos sentimos pequeñitos", dijo.
El susto se debió a que luego de que la organización entregara el instrumental de navegación (para el seguimiento vía satélite de los participantes) hubo algunos inconvenientes en su instalación, que se debe hacer antes de la revisión. Por esta razón, los técnicos trabajaron contrarreloj. LA GACETA ©
LA GACETA dialogó en el predio de La Rural, en Buenos Aires, con miembros de ambos equipos, mientras ajustaban detalles. "Siempre hay cuestiones de último momento, por eso hay que estar pendientes de todo lo que le pase a la moto", reflexionó Bollero, con la tranquilidad de quien ya pasó una vez por esta etapa. Contó que más que en los aspectos técnicos, su equipo se concentró en la tarea de unificación de criterios de trabajo durante la competencia.
Más intenso fue el trabajo en lo de Reginato debido a dos cuestiones: los nervios del debut y un desajuste de última hora que puso ansiosos a todos. Andrés, el navegante de la camioneta e hijo del piloto, expresó que están asombrados por la tecnología de punta que se ve en cada vehículo. "Es impresionante, no lo podemos creer, nos sentimos pequeñitos", dijo.
El susto se debió a que luego de que la organización entregara el instrumental de navegación (para el seguimiento vía satélite de los participantes) hubo algunos inconvenientes en su instalación, que se debe hacer antes de la revisión. Por esta razón, los técnicos trabajaron contrarreloj. LA GACETA ©
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