28 Diciembre 2010
A primera hora de ayer llegó al Juzgado Federal de Santiago del Estero la confirmación a la que arribó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF): los restos humanos que fueron desenterrados en mayo pasado en el cementerio municipal de Pozo Hondo, en el departamento Jiménez de esa provincia, pertenecen al tucumano Francisco Tomás Toconás.
Los estudios de laboratorio se realizaron a partir de una investigación sobre presuntos enterramientos clandestinos sucedidos entre los años 1973 y 1983 en territorio santiagueño. El punto de partida fue una investigación periodística encarada por el Canal 7 de esa provincia, en la que se daba cuenta del hallazgo de restos humanos que habían sido enterrados en la localidad limítrofe con Tucumán. Incluso, según el documento difundido por la televisión santiagueño, los pobladores solían atribuirle características milagrosas.
La difusión del informe periodístico motivó al fiscal federal, José Manuel Díaz Vélez, a encarar una investigación. Luego, los integrantes del EAAF, Sofía Egaña, Pablo Gallo y Marianela Fumagalli, realizaron la exhumación de los restos óseos correspondientes a un hombre de aproximadamente 40 años, que evidenciaba heridas de arma de fuego.
Los datos
Para su trabajo, los investigadores contaron con muestras de sangre de las hijas de Francisco Toconás, Victoria Arsenia y Ester del Valle Toconás, ambas nacidas en Monteros. Los perfiles genéticos que tomaron los antropólogos forenses arrojaron que la muestra ósea coincidía con las de sus familiares. Sobre la base de esos resultados, se pudo establecer la identidad del hombre nacido en 1934, que había sido secuestrado y desaparecido en junio de 1975.
Ahora, el juez federal de Santiago del Estero, Guillermo Molinari, deberá disponer que los restos de Toconás sean entregados a sus familiares. El magistrado, además, tendrá que establecer si existe alguna denuncia en los tribunales nacionales con sede en Tucumán sobre la desaparición forzada de Toconas.
Los estudios de laboratorio se realizaron a partir de una investigación sobre presuntos enterramientos clandestinos sucedidos entre los años 1973 y 1983 en territorio santiagueño. El punto de partida fue una investigación periodística encarada por el Canal 7 de esa provincia, en la que se daba cuenta del hallazgo de restos humanos que habían sido enterrados en la localidad limítrofe con Tucumán. Incluso, según el documento difundido por la televisión santiagueño, los pobladores solían atribuirle características milagrosas.
La difusión del informe periodístico motivó al fiscal federal, José Manuel Díaz Vélez, a encarar una investigación. Luego, los integrantes del EAAF, Sofía Egaña, Pablo Gallo y Marianela Fumagalli, realizaron la exhumación de los restos óseos correspondientes a un hombre de aproximadamente 40 años, que evidenciaba heridas de arma de fuego.
Los datos
Para su trabajo, los investigadores contaron con muestras de sangre de las hijas de Francisco Toconás, Victoria Arsenia y Ester del Valle Toconás, ambas nacidas en Monteros. Los perfiles genéticos que tomaron los antropólogos forenses arrojaron que la muestra ósea coincidía con las de sus familiares. Sobre la base de esos resultados, se pudo establecer la identidad del hombre nacido en 1934, que había sido secuestrado y desaparecido en junio de 1975.
Ahora, el juez federal de Santiago del Estero, Guillermo Molinari, deberá disponer que los restos de Toconás sean entregados a sus familiares. El magistrado, además, tendrá que establecer si existe alguna denuncia en los tribunales nacionales con sede en Tucumán sobre la desaparición forzada de Toconas.
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