09 Diciembre 2010
MELBOURNE/LONDRES.- El ministro de Relaciones Exteriores de Australia, Kevin Rudd, señaló que la gente que originalmente filtró los documentos secretos de la diplomacia estadounidense, no Julian Assange, es legalmente responsable, y que las filtraciones generaron interrogantes sobre la "suficiencia" de la seguridad de EEUU sobre sus informes confidenciales. "Los estadounidenses son responsables por ello", agregó.
El gobierno australiano, que el lunes pasado anunció que apoyaría a Washington en caso de alguna acción judicial contra WikiLeaks por el llamado "cablegate", dio un vuelco total en su posición. Ahora considera que Assange no debe ser acusado y prometió darle asistencia consular.
"Cuando tienes un cuarto de millón de documentos diseminados por todas partes y además tienes más de dos millones de personas que tienen acceso a este tipo de cables en el sistema estadounidense, allá es donde está el problema principal", resaltó Rudd.
La batalla legal
Assange pasó la noche en una cárcel británica luego de que un juez en Londres rechazó su liberación bajo fianza. Se entregó el martes a la policía británica después de que Suecia emitió una Orden Europea de Arresto en su contra por presuntos delitos sexuales.
Assange pasó algún tiempo en Suecia y fue acusado este año de abusos sexuales por dos mujeres suecas que eran voluntarias de WikiLeaks. El abogado del caso aseguró que los alegatos de sus defendidas no son parte de un complot políticamente motivado en contra del fundador del sitio promovido por EEUU, como se dijo. "No tiene nada que ver con WikiLeaks o la CIA", afirmó Claes Borgström.
En tanto, el abogado británico de Assange, Mark Stephens, dijo ayer que insistirá con el pedido de libertad bajo fianza, y que su cliente estaba bien. Indicó que muchas personas creen que las acusaciones en contra de su cliente tienen motivación política, y que por eso será "liberado y reivindicado".
Luego Stephens negó que el australiano haya ordenado los ataques cibernéticos de ayer. "No dio instrucciones para piratear los sitios de MasterCard ni de la fiscalía sueca", enfatizó.
"No tengo pruebas, pero creo que detrás de todo esto hay una motivación política. Creo que el pedido de extradición de Suecia tiene esa intención, por la manera tan curiosa en la que procedieron", añadió el letrado.
Stephens está confiado en que las autoridades suecas no podrán producir pruebas contundentes para provocar la extradición de Assange, pero lo que sí le preocupa es lo que "estarán cocinando" en contra de su defendido, durante este período de detención.
Assange, que provocó la furia de Washington con las publicaciones de 250.000 documentos secretos de la diplomacia estadounidense, defendió su web site, en una publicación del diario "Australian", con el título: "No disparen al mensajero por revelar verdades incómodas". En ese artículo de opinión, Assange dijo que WikiLeaks merece protección, no amenazas ni ataques, e instó a sus seguidores a que lo defiendan. Agregó que el sitio fue creado para usar la nueva tecnología y reportar la verdad, y señaló que ni una persona fue lastimada por alguna revelación en su sitio en los últimos cuatro años. "Está publicando sin temor hechos que necesitan hacerse públicos", dijo. (Reuters-DPA)
El gobierno australiano, que el lunes pasado anunció que apoyaría a Washington en caso de alguna acción judicial contra WikiLeaks por el llamado "cablegate", dio un vuelco total en su posición. Ahora considera que Assange no debe ser acusado y prometió darle asistencia consular.
"Cuando tienes un cuarto de millón de documentos diseminados por todas partes y además tienes más de dos millones de personas que tienen acceso a este tipo de cables en el sistema estadounidense, allá es donde está el problema principal", resaltó Rudd.
La batalla legal
Assange pasó la noche en una cárcel británica luego de que un juez en Londres rechazó su liberación bajo fianza. Se entregó el martes a la policía británica después de que Suecia emitió una Orden Europea de Arresto en su contra por presuntos delitos sexuales.
Assange pasó algún tiempo en Suecia y fue acusado este año de abusos sexuales por dos mujeres suecas que eran voluntarias de WikiLeaks. El abogado del caso aseguró que los alegatos de sus defendidas no son parte de un complot políticamente motivado en contra del fundador del sitio promovido por EEUU, como se dijo. "No tiene nada que ver con WikiLeaks o la CIA", afirmó Claes Borgström.
En tanto, el abogado británico de Assange, Mark Stephens, dijo ayer que insistirá con el pedido de libertad bajo fianza, y que su cliente estaba bien. Indicó que muchas personas creen que las acusaciones en contra de su cliente tienen motivación política, y que por eso será "liberado y reivindicado".
Luego Stephens negó que el australiano haya ordenado los ataques cibernéticos de ayer. "No dio instrucciones para piratear los sitios de MasterCard ni de la fiscalía sueca", enfatizó.
"No tengo pruebas, pero creo que detrás de todo esto hay una motivación política. Creo que el pedido de extradición de Suecia tiene esa intención, por la manera tan curiosa en la que procedieron", añadió el letrado.
Stephens está confiado en que las autoridades suecas no podrán producir pruebas contundentes para provocar la extradición de Assange, pero lo que sí le preocupa es lo que "estarán cocinando" en contra de su defendido, durante este período de detención.
Assange, que provocó la furia de Washington con las publicaciones de 250.000 documentos secretos de la diplomacia estadounidense, defendió su web site, en una publicación del diario "Australian", con el título: "No disparen al mensajero por revelar verdades incómodas". En ese artículo de opinión, Assange dijo que WikiLeaks merece protección, no amenazas ni ataques, e instó a sus seguidores a que lo defiendan. Agregó que el sitio fue creado para usar la nueva tecnología y reportar la verdad, y señaló que ni una persona fue lastimada por alguna revelación en su sitio en los últimos cuatro años. "Está publicando sin temor hechos que necesitan hacerse públicos", dijo. (Reuters-DPA)