05 Diciembre 2010
Tucumán BB fue un equipo sin alma, que muy pronto pareció resignado a sufrir una inevitable derrota. Alvear se floreó a su antojo y volvió a Villa Angela con el triunfo (109-77), que lo dejó como único escolta de Oberá Tenis, puntero en solitario de la Zona Norte del TNA con 13 unidades.
Otro revés (y van cinco) disparó el runrún de la salida de Gabriel Albornoz, máximo responsable técnico del equipo. "Este partido marcó un límite y lo manifesté a su finalización; si yo tengo que dar un paso al costado y el que venga lo hará mejor que yo, por el bien del grupo y de Tucumán BB lo haré. Eso lo dejo a criterio de los dirigentes, pero eso no implica que no esté capacitado ni con ganas de seguir", expresó el coach.
"No podemos hablar de que nuestro plantel es malo ni de que se trabaja mal. Hay que entrar y jugar a partir del sacrificio, la concentración y la actitud, algo que no hacemos. No podemos permitir que en nuestra cancha nos anoten 35 puntos en el primer cuarto ni que nos tomen 11 rebotes o nos hagan 20 puntos de contraataque en el primer tiempo. Eso habla de nuestro presente", amplió el entrenador.
Y siguió analizando la preocupante actualidad del equipo: "que a nadie le moleste: hay que buscar en la situación personal, en cada uno para modificar el presente, no por un mero compromiso, sino por orgullo y profesionalidad, dando aún más de lo que se venía dando".
¿Cuánto de responsabilidad les cabe a los jugadores y al cuerpo técnico? "La responsabilidad es del que está a la cabeza, pero soy un convencido de que la hay tanto del cuerpo técnico como del plantel. Yo estoy obligado a buscar lo mejor de cada uno de ellos, a ser mucho más duro en el rol de cada jugador. El que no defiende no tiene que estar. Y lograr que lo hagan con más dureza de lo que lo venían haciendo y saquen a relucir su amor propio", sostuvo.
Otro revés (y van cinco) disparó el runrún de la salida de Gabriel Albornoz, máximo responsable técnico del equipo. "Este partido marcó un límite y lo manifesté a su finalización; si yo tengo que dar un paso al costado y el que venga lo hará mejor que yo, por el bien del grupo y de Tucumán BB lo haré. Eso lo dejo a criterio de los dirigentes, pero eso no implica que no esté capacitado ni con ganas de seguir", expresó el coach.
"No podemos hablar de que nuestro plantel es malo ni de que se trabaja mal. Hay que entrar y jugar a partir del sacrificio, la concentración y la actitud, algo que no hacemos. No podemos permitir que en nuestra cancha nos anoten 35 puntos en el primer cuarto ni que nos tomen 11 rebotes o nos hagan 20 puntos de contraataque en el primer tiempo. Eso habla de nuestro presente", amplió el entrenador.
Y siguió analizando la preocupante actualidad del equipo: "que a nadie le moleste: hay que buscar en la situación personal, en cada uno para modificar el presente, no por un mero compromiso, sino por orgullo y profesionalidad, dando aún más de lo que se venía dando".
¿Cuánto de responsabilidad les cabe a los jugadores y al cuerpo técnico? "La responsabilidad es del que está a la cabeza, pero soy un convencido de que la hay tanto del cuerpo técnico como del plantel. Yo estoy obligado a buscar lo mejor de cada uno de ellos, a ser mucho más duro en el rol de cada jugador. El que no defiende no tiene que estar. Y lograr que lo hagan con más dureza de lo que lo venían haciendo y saquen a relucir su amor propio", sostuvo.
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