05 Diciembre 2010
MANAMA.- Irán explicó a los estados árabes del Golfo Pérsico que no es una amenaza y busca cooperación, en un aparente intento por aliviar las tensiones tras revelaciones de que líderes de la región están profundamente preocupados por el programa nuclear de Teherán. En su primer viaje a la región desde que Wikileaks publicó reportes diplomáticos estadounidenses sobre las preocupaciones del Golfo Pérsico, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Manouchehr Mottaki, aseveró en una cumbre de seguridad en Bahréin que un Irán más poderoso no era algo de temer. "Nuestro poder en la región es su influencia", dijo en un discurso a una audiencia que incluía a funcionarios y ministros del Golfo Pérsico. "Nuestro crecimiento sólo pavimentará el camino para que otros crezcan", agregó.
Su discurso no mencionó la publicación de la semana pasada en Wikileaks de cables de embajadas estadounidenses en los que había varias citas de líderes árabes expresando su fuerte oposición a la posibilidad de que Irán adquiera armas nucleares. Mottaki indicó: "no debemos permitir que la prensa occidental nos diga qué pensamos el uno del otro. Nunca hemos utilizado nuestro potencial para volvernos poderosos contra cualquier vecino". (Reuters)
Su discurso no mencionó la publicación de la semana pasada en Wikileaks de cables de embajadas estadounidenses en los que había varias citas de líderes árabes expresando su fuerte oposición a la posibilidad de que Irán adquiera armas nucleares. Mottaki indicó: "no debemos permitir que la prensa occidental nos diga qué pensamos el uno del otro. Nunca hemos utilizado nuestro potencial para volvernos poderosos contra cualquier vecino". (Reuters)