04 Diciembre 2010
EEUU señala una gran influencia moderadora que ejerce el brasileño Lula da Silva sobre el matrimonio Kirchner.
Ni reforma, ni radicalización: más del mismo kirchnerismo y confianza en el resquebrajamiento de la oposición. Esa es la conclusión del extenso análisis que Tom Kelly, encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, envió al Departamento de Estado de su país el 15 de julio de 2009, a poco de la derrota electoral del kirchnerismo en la renovación parcial del Congreso de la Nación.
El despacho número 827 especula con la posibilidad de que el Gobierno argentino se vuelque a la izquierda ("radicalización"), cuyo síntoma sería una mayor identificación con la propuesta bolivariana de Hugo Chávez o gire hacia una actitud reformista, que, entre otros aspectos, podría involucrar la decisión de prescindir del controvertido secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Kelly se inclina por descartar ambas propuestas. En favor del primer escenario anota la cada vez más amplia influencia del líder sindical Hugo Moyano. En contra, la oposición del presidente brasileño Lula da Silva a un exceso de chavismo. Un funcionario de alto rango le ha dicho a Kelly que, en virtud del comercio exterior y del flujo de inversiones, Argentina es tan importante para Brasil como México para Estados Unidos. "Brasil está muy comprometido aquí y no es tímido en la defensa de sus intereses... Lula seguirá siendo una gran influencia moderadora para los Kirchner", observa Kelly.
Pero el Gobierno tampoco interpretará la derrota electoral como una señal para abandonar el "modelo" y, por ejemplo, emprender la reforma del Indec. El diplomático estadounidense precisa: "ningún Kirchner parece dispuesto a admitir un error, ni siquiera tácitamente... un funcionario del Banco Central afirma que Néstor Kirchner se resiste a las reformas porque estas pueden ser interpretadas como un signo de debilidad".
El statu quo es el escenario más probable, según este cable (previo a otro, el 853, donde Kelly interroga a personalidades sobre las posibilidades de Cristina Kirchner de concluir su mandato -publicado en la edición del 2 de diciembre de LA GACETA-). El funcionario de EEUU apunta que aquello implicará mantener la mentalidad de corto plazo que ha caracterizado al kirchnerismo en el pasado. "El desarrollo de los dos temas relevantes desde los comicios, el viaje desafortunado a Honduras y la respuesta a la epidemia de H1N1, sugiere que la improvisación y la tendencia a un ?decisionismo cerrado? permanecen intactos (...). No esperamos que el Gobierno cambie (...). Los Kirchner incluso pueden reconstruir su poder si sus rivales y opositores no consiguen unirse", pronostica Kelly. Y hasta aquí no está precisamente equivocado.
El despacho número 827 especula con la posibilidad de que el Gobierno argentino se vuelque a la izquierda ("radicalización"), cuyo síntoma sería una mayor identificación con la propuesta bolivariana de Hugo Chávez o gire hacia una actitud reformista, que, entre otros aspectos, podría involucrar la decisión de prescindir del controvertido secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Kelly se inclina por descartar ambas propuestas. En favor del primer escenario anota la cada vez más amplia influencia del líder sindical Hugo Moyano. En contra, la oposición del presidente brasileño Lula da Silva a un exceso de chavismo. Un funcionario de alto rango le ha dicho a Kelly que, en virtud del comercio exterior y del flujo de inversiones, Argentina es tan importante para Brasil como México para Estados Unidos. "Brasil está muy comprometido aquí y no es tímido en la defensa de sus intereses... Lula seguirá siendo una gran influencia moderadora para los Kirchner", observa Kelly.
Pero el Gobierno tampoco interpretará la derrota electoral como una señal para abandonar el "modelo" y, por ejemplo, emprender la reforma del Indec. El diplomático estadounidense precisa: "ningún Kirchner parece dispuesto a admitir un error, ni siquiera tácitamente... un funcionario del Banco Central afirma que Néstor Kirchner se resiste a las reformas porque estas pueden ser interpretadas como un signo de debilidad".
El statu quo es el escenario más probable, según este cable (previo a otro, el 853, donde Kelly interroga a personalidades sobre las posibilidades de Cristina Kirchner de concluir su mandato -publicado en la edición del 2 de diciembre de LA GACETA-). El funcionario de EEUU apunta que aquello implicará mantener la mentalidad de corto plazo que ha caracterizado al kirchnerismo en el pasado. "El desarrollo de los dos temas relevantes desde los comicios, el viaje desafortunado a Honduras y la respuesta a la epidemia de H1N1, sugiere que la improvisación y la tendencia a un ?decisionismo cerrado? permanecen intactos (...). No esperamos que el Gobierno cambie (...). Los Kirchner incluso pueden reconstruir su poder si sus rivales y opositores no consiguen unirse", pronostica Kelly. Y hasta aquí no está precisamente equivocado.
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