Pasaron de los números a las chicanas políticas

Pasaron de los números a las chicanas políticas

Durante casi ocho horas de debate, parlamentarios oficialistas y opositores cruzaron opiniones sobre los gastos previstos por el Gobierno. Los legisladores enfrentados al PE reclamaron por la falta de precisiones de los recursos que administrarán los municipios y las comunas en un año electoral.

ARMAMENTO. Cúneo Vergés hizo un resumen comparativo de presupuestos. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO ARMAMENTO. Cúneo Vergés hizo un resumen comparativo de presupuestos. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
01 Diciembre 2010
Suplieron el frío de los números por el calor de la política. Ayer, el alperovichismo debió batallar durante casi ocho horas de sesión para entregar al Gobierno un paquete de herramientas financieras clave para enfrentar 2011: el Presupuesto, que prevé gastos por $ 9.806 millones; y cambios al Código Tributario, que incluyen la facultad para que el Poder Ejecutivo pueda crear alícuotas especiales para el pago del Impuesto Automotor.

Lejos de amainar el vendaval, la entrega de copias de las planillas del cálculo de gastos y recursos de 2011 -por primera vez en siete años de gestión- acabó por endurecer la intransigencia opositora. En efecto, las críticas oscilaron entre lo estrictamente técnico y lo partidario. "¿Cuál es el cálculo que hace el PE de sus cuentas? Intenta burlar la buena fe de los legisladores. Utilizaron parámetros falsos siguiendo al kirchnerismo", señaló Luis José Bussi (Republicano Fundacional), en alusión a las pautas fijadas para el crecimiento (4%) y la inflación anual, del 9%. "Hay un exagerado nivel del gasto público. Es 700% superior al de 2004. Pero, ¿estamos siete veces mejor que hace siete años? No", afirmó.

Esteban Jerez (bloque Alberdi) planteó como eje de sus críticas el destino de casi $ 1.700 millones que recibirán los municipios y las comunas rurales. Puntualmente, objetó que el proyecto exima a las delegaciones del interior de presentar los presupuestos y, por ende, queden excluidas del control del Tribunal de Cuentas. "Le estamos dando poder al PE para que haga lo que se le cante en un año electoral. Es un disparate", dijo.

El laborista Osvaldo Cirnigliaro habló de una falta de proyecto del Gobierno. "El gobernador no tiene un plan de gestión", planteó. Y puso como ejemplo la falta de provisión de agua potable. "Yerba Buena, gobernado por un legislador y un intendente, tenía 35.000 habitantes al comienzo de la década; hoy tiene 80.000, y no se ha perforado un pozo", señaló en alusión a la estrecha relación entre Sisto Terán y el jefe municipal, Daniel Toledo.

Los oficialistas recurrieron también a las chicanas para refutar a los opositores. José "Gallito" Gutiérrez les pidió que donen sus sueldos a LA GACETA porque, entendió, repitieron los artículos sobre el Presupuesto publicados por este diario. Gregorio García Biagosch dijo que el PE plebiscita el Presupuesto mañana y tarde con la gente, en cada inauguración de obras. Carlos Canevaro les advirtió que las prioridades de gastos las fija el Ejecutivo y José Alberto Cúneo Vergés, presidente de la comisión de Hacienda, reivindicó la ejecución de obras como método político electoral. "Es la forma de retribuir a la gente", argumentó. Y pidió a sus pares que no realicen comparaciones "mal intencionadas".

Cuando la tensión del chisporroteo político aflojó en el recinto, las matemáticas fueron inapelables con la oposición: 41 votos en favor del Presupuesto. Y cinco en contra.

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