El juicio, última esperanza para resolver el misterio

El juicio, última esperanza para resolver el misterio

El 26 de noviembre de 2004, Héctor Agustín Aráoz recibió nueve balazos cuando estaba en su casa de Yerba Buena y murió desangrado. Dos policías están imputados de homicidio agravado. Una de ellos era la pareja de la víctima. Otros tres ex miembros de la fuerza están acusados de otros delitos. Las hipótesis.

26 Noviembre 2010
El 26 de noviembre de 2004, el juez de Menores, Héctor Agustín Aráoz había planificado descansar en su casa de avenida Aconquija 2.950, en Yerba Buena. Nueve balazos que lo hicieron desangrarse hasta morir destrozaron sus planes y sacudieron a toda la sociedad. Por primera vez en la historia de la provincia, un magistrado había sido asesinado. Y los principales acusados -son nada más y nada menos- dos ex policías, Ema Gómez y Alejandro Darío Pérez. ¿Había entre ellos un triángulo amoroso, como sospecha el fiscal Guillermo Herrera? ¿Fue asesinado el juez por haber tratado de investigar una presunta mafia policial que utilizaba menores para cometer delitos, como sostiene la familia Aráoz? ¿O hubo otras cuestiones no menos oscuras de fondo, tal como insinúan los imputados? En 72 días, cuando comience el juicio oral por el controvertido caso, los interrogantes quizás comiencen a ser develados.

Aráoz tenía 51 años cuando lo mataron. Estaba separado y era padre de nueve hijos. Hace un tiempo había comenzado una relación sentimental con Ema Gómez (ella entonces tenía 25), pero aún no está claro cuál era la situación de la pareja cuando se perpetró el homicidio.

Pérez, hoy de 37 años, afirma que sólo tenía vínculos laborales con la ex agente, pero el fiscal Herrera no tiene dudas de que también tenían una relación. Los tres se habían conocido en el Instituto Roca. Y el fiscal cree que los ex policías fueron los autores del homicidio.

Interrogantes

La pesquisa duró dos años en la etapa de Instrucción, pero hasta hace pocas semanas, con el expediente ya en manos de los jueces de la sala I de la Cámara Penal, se hicieron pericias para tratar de esclarecer el caso.

Así, por ejemplo, se obtuvo una nueva pericia balística por parte de la Policía Federal. Aunque los primeros informes que constan en la causa afirman que el arma homicida era la de Pérez, las conclusiones preliminares a las que arribaron los expertos de Buenos Aires indican que no se puede determinar si alguna de las cinco armas que están secuestradas por la Justicia fue usada para ultimar al juez.

Pero, además, otros puntos aún no fueron resueltos.

Aráoz tenía una pistola calibre 9 milímetros en el cajón de su mesa de luz. Pero esta jamás fue hallada. Y fue asesinado con un arma de esas características.

Según la autopsia, el juez murió cerca de las 17.30. Pero los cruces de llamadas indican que alguien contestó una llamada a su teléfono celular dos horas después.

Varios vecinos escucharon los disparos que retumbaron desde la casa de Aráoz, e incluso los gritos del magistrado. Sin embargo, nadie se asomó a la vereda para ver qué ocurría. O al menos eso declararon.

¿Por qué el asesino del juez no fue atacado por los perros raza dogo que estaban en el patio?

¿Es cierto que Aráoz era seguido por patrulleros que le tomaban fotografías?

La causa

Los jueces Pedro Roldán Vázquez, Carlos Norry y Emilio Páez de la Torre serán los encargados de juzgar a Gómez y a Pérez -acusados de homicidio agravado- y a los ex policías Rodolfo Domínguez, Andrés Faversani y Raúl Albornoz -imputados de violación de los deberes de funcionario público y de encubrimiento-.

La fiscalía de Cámara estará a cargo de Juana Prieto de Sólimo. El representante de la querella será Benjamín Frías Alurralde, mientras que los defensores serán Mario Mirra (por Gómez), Gustavo Morales (por Pérez y Faversani), Cergio Morfil (por Domínguez) y Pablo Bayo (por Albornoz). El debate tiene como fecha de inicio el 7 de febrero, y se estima que terminará el 28. Sin embargo, como deberán declarar decenas de testigos, difícilmente se pueda respetar el cronograma, indicaron fuentes judiciales.

"Estamos expectantes. Está la fecha, y supuestamente el año que viene se hará. Pero más que eso no puedo decir, porque ponen una fecha y luego se pospone", señaló Lucrecia Terán, esposa del juez. Y agregó que sus esperanzas están puestas en que todos los interrogantes se diluciden. "Para eso están los juicios. Nosotros estamos tranquilos. Lo esperamos haciendo nuestra vida normal; yo con mi trabajo, los chicos con sus cosas. No será sencillo, porque todo lo que pasó fue muy polémico. Sin embargo, vamos a recibir bien el año; tenemos mucha fe", remarcó.

Comentarios