Los chicos sueñan con una plaza con juegos y sin basurales

De los 80 chicos que cursan el sexto grado de la escuela Ramón Araujo, sólo viajaron 12. Fueron los ganadores de un concurso realizado en el establecimiento sobre temas medioambientales. La docente Alba Miranda de Liendo explicó que los niños hicieron dibujos por medio de los cuales demostraron la preocupación que les causan los basurales clandestinos que hay en Villa 9 de Julio.

La escuela y la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia firmaron un convenio para trabajar en las aulas con el tema ambiental. El proyecto que llevan adelante se denomina "Armonía Ambiental".

"La mayoría de los alumnos viene de zonas muy vulnerables, en las que falta el hábito del cuidado del medioambiente y en las que hay muchos basurales. Incluso, detrás de la escuela tenemos uno muy grande", afirmó la docente.

Como el programa de LAN (gestionado por la legisladora Carolina Vargas Aignasse) era sólo para 12 chicos, las maestras (Alba y Fabiola Mazzone de López) y Florencia Sayago, asesora legal de la Secretaría de Medio Ambiente, planificaron el concurso.

Los ganadores fueron Brenda Rocha, Noelia Iglesias, Aldana Ruiz, Isolina Santucho, Florencia Orellana, Florencia Isa, Soledad Castaño, Belén Cano, María José Núñez, Etelvina Mánquez, Aarón Juárez y Bruno Aguayo. "Yo dibujé una plaza con juegos y flores. Atrás de la escuela hay una que está llena de basura y a mí me gustaría que se la cuide más", explicó María José.

"Hice una plaza con muchos cestos de basura para que la gente tire los papeles ahí y no en el suelo", agregó Brenda. "Yo dibujé la ciudad en la que me gustaría vivir: con muchos árboles y bien limpia", exclamó Noelia.

La autoestima, en vuelo

"Los chicos no sólo están preocupados por el cambio climático y la desaparición de especies, sino que también tienen una mirada ambiental más cercana. Ellos sufren un problema específico: los basurales clandestinos que hay cerca de la escuela y de sus casas. Gracias al trabajo de las docentes, ellos perciben esa realidad como una alteración que hay que corregir", expresó Sayago, quien también participó del viaje. Alba resaltó que una de las ventajas del programa de LAN es que les permitió a muchos chicos levantar la autoestima. "Había algunos chiquitos que ni siquiera querían hacer el dibujo porque decían que no iban a ganar. Nosotras los incentivamos, ellos lo intentaron muchísimas veces y finalmente pudieron viajar. Algunos de los chicos tienen problemas de aprendizaje; son lo que yo denomino "los desnutridos del 2000" y nuestro objetivo es recuperarlos como personas", le explicó la docente a LA GACETA.

Agregó que en muchos casos, las familias de los niños están inmersas en problemas sociales. "Queremos devolverles la dignidad, demostrarles que se puede salir de ese ámbito. Hay muchos chicos que tienen hermanos drogadictos, que tienen a los padres en la cárcel", aseguró Alba.