02 Noviembre 2010
El concejal capitalino José Luis Avignone advirtió que el Concejo Deliberante de la capital forzará tres ordenanzas y décadas de tradición legisferante para ponerle Néstor Carlos Kirchner al tramo de la avenida Julio Argentino Roca desde el cruce con avenida Leandro Alem hacia el Oeste.
El radical precisó que la ordenanza 1.860, que data del 91, prohibe el cambio de denominación "a calles, pasajes, avenidas, plazas y plazoletas, parques y paseos públicos del Municipio". Y determina que sólo a los que carezcan de un nombre se le asignará uno.
Dos años después, la ordenanza 2.023 complementa la anterior y permite el cambio de denominación solamente para restituir la nomenclatura anterior. Finalmente, en 2004, la ordenanza 3.465 amplia la prohibición del cambio de nombres también para los barrios.
"La razón de ser de estas normas fue impedir que mayorías circunstanciales aprovecharan su ventaja para rebautizar los espacios públicos de la capital. Si no respetamos este criterio, cuando venga una administración de otro signo le cambiará el nombre a otras arterias para exaltar a las figuras de su parcialidad política", alertó.
"Cambiar el nombre de la Roca, además, traerá aparejado problemas con la correspondencia legal, comercial y de facturas de servicios. Pero aquí, en lugar de prever inconvenientes, creen que por mucho madrugar va a amanecerles más temprano en la política", ironizó.
El radical precisó que la ordenanza 1.860, que data del 91, prohibe el cambio de denominación "a calles, pasajes, avenidas, plazas y plazoletas, parques y paseos públicos del Municipio". Y determina que sólo a los que carezcan de un nombre se le asignará uno.
Dos años después, la ordenanza 2.023 complementa la anterior y permite el cambio de denominación solamente para restituir la nomenclatura anterior. Finalmente, en 2004, la ordenanza 3.465 amplia la prohibición del cambio de nombres también para los barrios.
"La razón de ser de estas normas fue impedir que mayorías circunstanciales aprovecharan su ventaja para rebautizar los espacios públicos de la capital. Si no respetamos este criterio, cuando venga una administración de otro signo le cambiará el nombre a otras arterias para exaltar a las figuras de su parcialidad política", alertó.
"Cambiar el nombre de la Roca, además, traerá aparejado problemas con la correspondencia legal, comercial y de facturas de servicios. Pero aquí, en lugar de prever inconvenientes, creen que por mucho madrugar va a amanecerles más temprano en la política", ironizó.