30 Octubre 2010
Por Angel Guerrero - Director técnico
Haber enfrentado tres veces a Diego Maradona en Tucumán es una de los grandes satisfacciones de mi vida. Como futbolista jugué dos veces contra él. La primera fue en un Nacional, con Atlético, cuando él estaba en Argentinos. Le ganamos 2 a 1. Me acuerdo de que con Dardo Urcevich y "El Kila" Castro teníamos que turnarnos para marcarlo. Después volvimos a enfrentarnos en un amistoso y nos pegó un baile terrible. Años más tarde dirigí al combinado de jugadores de Atlético y de San Martín en un amistoso a beneficio. Fue maravilloso haber enfrentado al mejor de todos los tiempos. Con su presencia los estadios explotaban, nunca vi tanta gente en una cancha.
Haber enfrentado tres veces a Diego Maradona en Tucumán es una de los grandes satisfacciones de mi vida. Como futbolista jugué dos veces contra él. La primera fue en un Nacional, con Atlético, cuando él estaba en Argentinos. Le ganamos 2 a 1. Me acuerdo de que con Dardo Urcevich y "El Kila" Castro teníamos que turnarnos para marcarlo. Después volvimos a enfrentarnos en un amistoso y nos pegó un baile terrible. Años más tarde dirigí al combinado de jugadores de Atlético y de San Martín en un amistoso a beneficio. Fue maravilloso haber enfrentado al mejor de todos los tiempos. Con su presencia los estadios explotaban, nunca vi tanta gente en una cancha.
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