28 Octubre 2010
La ausencia de Néstor Kirchner en el escenario político nacional, además de incertidumbre, también genera especulaciones que, seguramente, desde el oficialismo y la oposición tratarán de sacarle mayor rédito, sobre todo mirando la carrera presidencial del año próximo. Por ejemplo, pese a que están en veredas distintas, Hugo Moyano y el senador tucumano José Cano (UCR) han coincidido en el enfoque de lo que puede venir en adelante en términos políticos. Cano habló de "reacomodamiento" en el peronismo, mientras que el líder de la CGT, utilizó el concepto "reestructurar" al aludir al partido.
Sin embargo, Daniel Scioli, entiende que se debe continuar con la obra iniciada por el santacruceño en el año 2003, cuando fue elegido presidente, por la no presentación de Carlos Menem, en el balotaje.
Los intereses personales y los juegos internos saldrán a relucir con el transcurrir del tiempo y la prudencia que muchos mostraron en la jornada de duelo de ayer, seguramente quedará atrás.
Dos radicales en fila
Mientras la UCR, cuenta con dos hombres potables para aspirar a la presidencia en 2011, como Ricardo Alfonsín y Julio Cobos, hay otras fuerzas políticas que aspiran a suceder al kirchnerismo porque consideran que el modelo está agotado. Sus principales operadores en el Congreso nacional comenzarán a moverse de otra manera, sabiendo que en el camino ya no estará ese hombre combativo, capaz de cualquier operación política para ganar pulseadas institucionales.
Así por ejemplo, seguirán fogoneando los temas que están pendientes, tanto en Diputados, como en el Senado y que el oficialismo quiere evitar su tratamiento en el recinto.
Para el miércoles, en la Cámara Baja se espera el tratamiento de la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), la modificación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y la reformulación de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).
Peronistas disidentes
En otro andarivel, el peronismo disidente aspira a ganar espacio y competir en el mismo terreno político del kirchnerismo. Su dirigencia se hizo fuerte en el Congreso y desde allí motoriza su ofensiva. El PJ disidente había resuelto ir por fuera de la interna abierta del 14 de agosto para evitar competir con el patagónico. La muerte del ex presidente obligará a repensar las estrategias electorales de la disidencia, que hasta intentó seducir a Scioli a través del ex presidente Eduardo Duhalde.
Sin embargo, Daniel Scioli, entiende que se debe continuar con la obra iniciada por el santacruceño en el año 2003, cuando fue elegido presidente, por la no presentación de Carlos Menem, en el balotaje.
Los intereses personales y los juegos internos saldrán a relucir con el transcurrir del tiempo y la prudencia que muchos mostraron en la jornada de duelo de ayer, seguramente quedará atrás.
Dos radicales en fila
Mientras la UCR, cuenta con dos hombres potables para aspirar a la presidencia en 2011, como Ricardo Alfonsín y Julio Cobos, hay otras fuerzas políticas que aspiran a suceder al kirchnerismo porque consideran que el modelo está agotado. Sus principales operadores en el Congreso nacional comenzarán a moverse de otra manera, sabiendo que en el camino ya no estará ese hombre combativo, capaz de cualquier operación política para ganar pulseadas institucionales.
Así por ejemplo, seguirán fogoneando los temas que están pendientes, tanto en Diputados, como en el Senado y que el oficialismo quiere evitar su tratamiento en el recinto.
Para el miércoles, en la Cámara Baja se espera el tratamiento de la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), la modificación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y la reformulación de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).
Peronistas disidentes
En otro andarivel, el peronismo disidente aspira a ganar espacio y competir en el mismo terreno político del kirchnerismo. Su dirigencia se hizo fuerte en el Congreso y desde allí motoriza su ofensiva. El PJ disidente había resuelto ir por fuera de la interna abierta del 14 de agosto para evitar competir con el patagónico. La muerte del ex presidente obligará a repensar las estrategias electorales de la disidencia, que hasta intentó seducir a Scioli a través del ex presidente Eduardo Duhalde.
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