07 Octubre 2010
ROMA, Italia.- El Vaticano es el estado más pequeño del mundo y el único con una monarquía absolutista y teocrática, pero no por eso tiene que privarse de todas las pasiones terrenales.
El fútbol es también parte de los intereses de los habitantes del hogar del Papa, que hicieron realidad el sueño de tener su propia selección y se enfrentarán 23 de octubre, en Roma, a un combinado de la Policía Financiera italiana.
El conjunto integrado por estudiantes de teología, sacerdotes y miembros de la Guardia Suiza, será dirigido por Giovanni Trappatoni, católico confeso y ex DT de Italia. Vestirán los colores del Vaticano, blanco y amarillo.
En el banco del conjunto de la Policía estará sentado otro ex técnico de la "Azzurra", Roberto Donadoni, informó el sitio chileno Prensa Fútbol.
"Trap" es un fiel seguidor de la doctrina Católica y de hecho, uno de sus capítulos más recordados fue cuando en el Mundial del 2002 en Japón-Corea, esparció agua bendita en el banco de suplentes.
Ahora queda saber cómo se definirá el juego ¿Habrá que dejarlos ganar para no cometer una herejía? ¿El perdedor irá al infierno? ¿Si gana el Vaticano... dirán que fue la mano de Dios? La respuesta está en manos del Señor. (Especial)
El fútbol es también parte de los intereses de los habitantes del hogar del Papa, que hicieron realidad el sueño de tener su propia selección y se enfrentarán 23 de octubre, en Roma, a un combinado de la Policía Financiera italiana.
El conjunto integrado por estudiantes de teología, sacerdotes y miembros de la Guardia Suiza, será dirigido por Giovanni Trappatoni, católico confeso y ex DT de Italia. Vestirán los colores del Vaticano, blanco y amarillo.
En el banco del conjunto de la Policía estará sentado otro ex técnico de la "Azzurra", Roberto Donadoni, informó el sitio chileno Prensa Fútbol.
"Trap" es un fiel seguidor de la doctrina Católica y de hecho, uno de sus capítulos más recordados fue cuando en el Mundial del 2002 en Japón-Corea, esparció agua bendita en el banco de suplentes.
Ahora queda saber cómo se definirá el juego ¿Habrá que dejarlos ganar para no cometer una herejía? ¿El perdedor irá al infierno? ¿Si gana el Vaticano... dirán que fue la mano de Dios? La respuesta está en manos del Señor. (Especial)