Brasil se prepara para tener una presidenta

Brasil se prepara para tener una presidenta

Dilma Rousseff, candidata oficialista, llega a la jornada decisiva arropada por una popularidad sin precedentes de Lula, su mentor. La ex jefa de gabinete de 62 años se presenta por primera vez en una elección. Todo hace suponer que será una jornada histórica. Tres distritos electorales clave

EN LA CUNA DEL PT. Dilma Rousseff, Lula y Aloisio Mercadante, candidato a gobernador de San Pablo, recorren San Bernardo del Campo.
03 Octubre 2010
SAN PABLO.- En su debut como candidata, Dilma Rousseff puede llegar hoy a ser electa la primera presidenta de Brasil, un hecho histórico que prometió asumir encarnando la continuidad de la obra de gobierno de su mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva. Sin el carisma del ex gremialista pero con la fuerza con la que afrontó la tortura, la cárcel, el exilio, la resistencia de buena parte del Partido de los Trabajadores, y el cáncer más reciente que logró superar.

Las elecciones definirán al sucesor del mandatario que se va con el 80% de aprobación popular, la mayor en la historia del país, con la gran incógnita de saber si Rousseff, ex jefa de gabinete de Lula, logrará imponerse en primera vuelta a José Serra, ex gobernador paulista.

Según las últimas encuestas, Rousseff, de la coalición encabezada por el Partido de los Trabajadores y el Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) traspasaría el umbral del 50% de votos, con mayor o menor holgura según el sondeo, que se necesita para evitar el balotaje del 31 de octubre. El triunfo que podría obtener la coalición no sólo al cargo presidencial, sino sobre todo en los gobiernos estaduales y las bancas al Senado y a Diputados, podría también configurar el mapa de convivencia y distribución de cargos en un futuro gobierno.

Serra, candidato de la coalición que conformaron el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el Partido Demócratas (PD), redobló en las últimas semanas sus embates y denuncias hacia el PT y su candidata en procura de alcanzar una segunda vuelta, pero no se tradujo en un repunte en los sondeos. Para el PSDB, una derrota o el segundo turno podría significar la diferencia entre mantener la unidad del partido o hasta su desaparición sobre la base de un posible desmembramiento que ya avizoran varios analistas.

Surgen los "verdes"

En un sistema político que tendió en las últimas décadas a una fuerte polarización entre las opciones de centro izquierda y la de centro derecha, la candidatura por el Partido Verde de Marina Silva surgió como la novedosa opción electoral. La posibilidad de que alcance entre el 10 y el 15 % de los votos, según encuestas, hizo crecer la expectativa de que Silva, otra ex ministra de Lula, pudiera disputar una eventual segunda vuelta. Sin embargo, la última encuesta difundida el viernes a la noche por la consultora Vox Populi dio a Rousseff el 55% de la intención de voto, contra el 31% para Serra y el 13% para Silva. Otros seis candidatos, entre ellos el del Partido Socialismo y Libertad Plinio Sampaio, tendrán una presencia casi testimonial ya que ninguno de ellos alcanza el 1% de la intención de voto.

Unos 135 millones de electores podrán votar para elegir presidente y vice; gobernadores de los 26 Estados federales y de Brasilia; 54 senadores; 513 diputados federales y diputados estaduales en cada uno de los distritos. Tres Estados representan el 40% del padrón, y su peso electoral fue reconocido por los comandos de campaña que orientaron el grueso de actos y actividades en esos distritos. San Pablo es el colegio electoral más importante del país con el 22,3% de votantes; le siguen Minas Gerais (10,6%); y Río de Janeiro (8,5%; pero ninguno de esos grandes distritos quedaría para el PT.

El trasfondo a la opción electoral que se le planteará a los 135 millones de votantes será por la continuidad o el cambio de las políticas que desarrolló Lula, en especial en el área social, la que será seguramente la marca que dejará la administración que termina el 1 de enero. (Télam)


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