02 Octubre 2010
QUITO.- Rafael Correa retomó ayer la tarea de gobierno tras la rebelión policial -a la que tildó de intentona golpista-, pero todavía no puede cantar victoria, advirtió el canciller Ricardo Patiño. El mandatario enfrenta una batalla política para impulsar las medidas de austeridad que provocaron el descontento de los policías sublevados en Quito y Guayaquil. Los incidentes causaron cinco muertes y 193 heridos. "Está superada la situación por ahora, pero no podemos confiarnos", apuntó Patiño. Anoche empezaron a llegar a Quito los cancilleres de la Unasur, quienes le darán respaldo regional al Gobierno. El jefe de la policía, Freddy Martínez, renunció porque no pudo controlar a su fuerza. (DPA)
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