Por Tobías Fernández
24 Septiembre 2010
QUIEREN INNOVAR. Las mujeres que acuden a los "tupper sex" buscan sorprender a sus parejas en la intimidad. CIUDADZARAGOZA.OXL.ES
El clima que envuelve a las reuniones de "tupper sex" es similar al de un encuentro de viejas amigas, sólo que además de haber sobre la mesa tazas de café y masas, también hay juguetes sexuales, lencería erótica y cremas estimulantes. Así lo describió Claudia Ale, del local Buttman, que vende entretenimientos para adultos en la capital. En estas reuniones, las mujeres pueden conocer, probar y comprar artículos que, sin lugar a dudas, sorprenderán a sus parejas en una velada romántica.
Esta singular estrategia comercial, que nació en Estados Unidos en 2001 y que se extendió por numerosos países de Europa, llegó a la provincia hace dos años y de a poco comenzó a tener éxito entre las tucumanas, según comentó la vendedora. La dinámica es la misma que las clásicas reuniones de cosméticos o de productos de cocina que se desarrollan en una casa, donde una experta ofrece los artículos a las clientas.
"Al principio, las chicas suelen estar un poco tímidas, pero basta con que una de ellas se anime a preguntar algo para que todas comiencen a participar", relató Ale. Contó que las charlas siempre son divertidas porque las dudas que van surgiendo disparan inmediatamente las más disparatadas historias. "No tuvimos pedidos de hombres para organizar reuniones, aunque sabemos que muchos utilizan juguetes sexuales. Las mujeres son más desestructuradas a la hora de innovar en la sexualidad", opinó.
Ale subrayó que, además aprender acerca de las características de cada uno de los productos, tuvo que hacer cursos con un sexólogo, ya que las sesiones son una combinación de educación sexual, terapia de grupo y presentación de los productos, que las clientas suelen tocar y sentir con sus manos. "La capacitación es muy importante porque para responder las consultas relacionadas con el sexo", indicó.
El programa televisivo "Confidencias", de la sexóloga Alessandra Rampolla (que se emitía por Cosmopolitan) y luego "Alessandra, tu sexóloga" (que podía verse por Canal 13) fueron los primeros impulsos que recibió el "tupper sex" en Tucumán. "Interesadas por las dudas y por los juguetes sexuales que se mostraban en televisión, muchas mujeres se acercaban al local para preguntar. Así comenzó la idea", recordó.
Una de las principales ventajas de estas reuniones es que se llevan a cabo en la intimidad de una casa. "La mayoría de las chicas no se atreven a visitar el local porque les da vergüenza. Al estar en un espacio privado, se sienten más relajadas para disfrutar con sus amigas", comentó la vendedora, y remarcó que las clientas tienen, en promedio, entre 21 y 40 años, y que la mayoría son profesionales.
Un éxito internacional
Una de las empresas que comenzó con esta novedosa herramienta comercial es Passion Parties, en la ciudad norteamericana de California y alcanzó ventas cercanas a los U$S 20 millones, mientras que en Europa, unas de las firmas pioneras es la española Maleta Roja. En Buenos Aires, también hay numerosos sex shops que ofrecen el servicio, pero el primero fue Sophie Jones, que comenzó hace unos cuatro años. LA GACETA ©
Esta singular estrategia comercial, que nació en Estados Unidos en 2001 y que se extendió por numerosos países de Europa, llegó a la provincia hace dos años y de a poco comenzó a tener éxito entre las tucumanas, según comentó la vendedora. La dinámica es la misma que las clásicas reuniones de cosméticos o de productos de cocina que se desarrollan en una casa, donde una experta ofrece los artículos a las clientas.
"Al principio, las chicas suelen estar un poco tímidas, pero basta con que una de ellas se anime a preguntar algo para que todas comiencen a participar", relató Ale. Contó que las charlas siempre son divertidas porque las dudas que van surgiendo disparan inmediatamente las más disparatadas historias. "No tuvimos pedidos de hombres para organizar reuniones, aunque sabemos que muchos utilizan juguetes sexuales. Las mujeres son más desestructuradas a la hora de innovar en la sexualidad", opinó.
Ale subrayó que, además aprender acerca de las características de cada uno de los productos, tuvo que hacer cursos con un sexólogo, ya que las sesiones son una combinación de educación sexual, terapia de grupo y presentación de los productos, que las clientas suelen tocar y sentir con sus manos. "La capacitación es muy importante porque para responder las consultas relacionadas con el sexo", indicó.
El programa televisivo "Confidencias", de la sexóloga Alessandra Rampolla (que se emitía por Cosmopolitan) y luego "Alessandra, tu sexóloga" (que podía verse por Canal 13) fueron los primeros impulsos que recibió el "tupper sex" en Tucumán. "Interesadas por las dudas y por los juguetes sexuales que se mostraban en televisión, muchas mujeres se acercaban al local para preguntar. Así comenzó la idea", recordó.
Una de las principales ventajas de estas reuniones es que se llevan a cabo en la intimidad de una casa. "La mayoría de las chicas no se atreven a visitar el local porque les da vergüenza. Al estar en un espacio privado, se sienten más relajadas para disfrutar con sus amigas", comentó la vendedora, y remarcó que las clientas tienen, en promedio, entre 21 y 40 años, y que la mayoría son profesionales.
Un éxito internacional
Una de las empresas que comenzó con esta novedosa herramienta comercial es Passion Parties, en la ciudad norteamericana de California y alcanzó ventas cercanas a los U$S 20 millones, mientras que en Europa, unas de las firmas pioneras es la española Maleta Roja. En Buenos Aires, también hay numerosos sex shops que ofrecen el servicio, pero el primero fue Sophie Jones, que comenzó hace unos cuatro años. LA GACETA ©
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