22 Septiembre 2010
ROBERTO JACOBY. Publicitan con su remeras a la candidata de Lula.
SAN PABLO.- La Bienal de San Pablo, la más importante muestra de arte de América Latina, abrió ayer las puertas de su edición número 29, que reúne 800 trabajos de 159 artistas brasileños y extranjeros hasta el 12 de diciembre, en el Parque Ibirapuera.
Bajo la consigna "Hay siempre un vaso de mar para un hombre navegar" -sacada de un poema del brasileño Jorge de Lima-, la muestra está dedicada a debatir la relación entre el arte y la política. "Es en el 'vaso de agua' -o en este casi infinito en el que los artistas insisten en producir sus obras- donde de hecho surge la fuerza para seguir, pese a todo", justifican los organizadores.
El tema propuesto representa "una plataforma que nos permite pensar en un sentido para el arte hoy en día", según uno de los curadores- generales de la 29 Bienal de Arte de Sao Paulo, Moacir dos Anjos.
Además de telas, esculturas, pinturas, dibujos e instalaciones, la edición de este año incluye películas realizadas por premiados cineastas, entre ellos el francés Jean-Luc Goddard, el alemán Harun Farocki y el tailandés Apichatpong Weerasethakul, quien en mayo pasado se alzó con la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Las obras en exposición en la estructura laberíntica creada por la arquitecta brasileña Marta Bogéa revelan las diferentes visiones de los artistas contemporáneos sobre la relación entre el arte y la política. El argentino Jacoby, por ejemplo, basa su muestra en la campaña hacia las próximas elecciones presidenciales en Brasil, con pinturas de los dos principales candidatos que revelan claramente su apoyo a la "delfín" del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Dilma Rousseff, quien aparece con una cara sonriente, que hace contraste con el "aire rabioso" de su rival en la disputa, el socialdemócrata José Serra. Mucho más polémica es la presentación del brasileño Gil Vicente, quien desató una batalla judicial con su serie de dibujos "Enemigos", en la que el propio artista aparece asesinando a figuras internacionales destacadas, como el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush. (DPA)
Bajo la consigna "Hay siempre un vaso de mar para un hombre navegar" -sacada de un poema del brasileño Jorge de Lima-, la muestra está dedicada a debatir la relación entre el arte y la política. "Es en el 'vaso de agua' -o en este casi infinito en el que los artistas insisten en producir sus obras- donde de hecho surge la fuerza para seguir, pese a todo", justifican los organizadores.
El tema propuesto representa "una plataforma que nos permite pensar en un sentido para el arte hoy en día", según uno de los curadores- generales de la 29 Bienal de Arte de Sao Paulo, Moacir dos Anjos.
Además de telas, esculturas, pinturas, dibujos e instalaciones, la edición de este año incluye películas realizadas por premiados cineastas, entre ellos el francés Jean-Luc Goddard, el alemán Harun Farocki y el tailandés Apichatpong Weerasethakul, quien en mayo pasado se alzó con la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Las obras en exposición en la estructura laberíntica creada por la arquitecta brasileña Marta Bogéa revelan las diferentes visiones de los artistas contemporáneos sobre la relación entre el arte y la política. El argentino Jacoby, por ejemplo, basa su muestra en la campaña hacia las próximas elecciones presidenciales en Brasil, con pinturas de los dos principales candidatos que revelan claramente su apoyo a la "delfín" del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Dilma Rousseff, quien aparece con una cara sonriente, que hace contraste con el "aire rabioso" de su rival en la disputa, el socialdemócrata José Serra. Mucho más polémica es la presentación del brasileño Gil Vicente, quien desató una batalla judicial con su serie de dibujos "Enemigos", en la que el propio artista aparece asesinando a figuras internacionales destacadas, como el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush. (DPA)
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