"Falta poco para que se venda droga en el despacho del gobernador"

La controversia por el desempeño del ministro de Seguridad Ciudadana, Mario López Herrera, a raíz del escándalo que estalló en la comisaría de El Manantial, donde un preso habría estado vendiendo drogas, retumbó ayer en el recinto de la Legislatura. Si bien los opositores Ricardo Bussi y Esteban Jerez presentaron sendos pedidos de interpelación al funcionario (no integraron el orden del día porque todavía no tienen dictamen), el asunto se coló durante el período de Manifestaciones Generales.

El que abrió fuego político contra López Herrera fue Luis José Bussi. "Tenemos que admitirlo: la Policía está infiltrada por cárteles de la muerte", dijo, en referencia a que Gendarmería no halló pruebas en el allanamiento a la comisaría.

El titular del Partido Republicano Fundacional reclamó la renuncia de López Herrera. "Carece de la idoneidad para el cargo. Los ministros son fusibles que deben saltar para evitar el desgaste del gobernador. Sostenerlo es apañar que se trafiquen estupefacientes en oficinas públicas", remarcó.

"No basta con desplazar a un par de comisarios", advirtió luego su hermano, el presidente de Fuerza Republicana. "Hubiera querido que el propio ministro firmara una denuncia en la Justicia. Por eso insto a mis pares a que acompañen el pedido de interpelación", agregó Ricardo Bussi. "Que no se esconda como hizo Pablo Yedlin (ministro de Salud)", agregó luego, en referencia al caso Funsal. Como se recordará, Yedlin fue multado por el Tribunal de Cuentas y denunciado en la Justicia Penal luego de que autorizara un pago de $ 800.000 (frustrado por el ente de contralor) en favor de una fundación que no había sido creada al momento del supuesto dictado de una capacitación en endodoncia.

Renuncia o interpelación

El laborista Osvaldo Cirnigliaro insistió en la necesidad de llevar al ministro al recinto. "Pido la interpelación; no la renuncia, porque no me compete: eso es decisión del Ejecutivo. Pero la culpa no es del chancho, si no de quien le da de comer", metaforizó.

Cirnigliaro criticó que dos presos tengan privilegios dentro de una comisaría. Lo dijo en alusión a que LA GACETA publicó una fotografía en la que los hermanos Cristian Achén y Fernando Achén aparecían montados en una motocicleta de la fuerza policial. "Falta poco para que se venda droga en el despacho del gobernador (sic). Si no llamamos al ministro, la Legislatura será cómplice", advirtió.

Los oficialistas seguían con atención los cuestionamientos a López Herrera, pero reservaron sus palabras para el final de las exposiciones de la oposición. Llegó entonces el turno de Jerez (Bloque Alberdi). "No hizo nada el ministro ante semejante hecho en la comisaría de El Manantial; y lo que es peor: el gobernador, José Alperovich, lo avala en el cargo. Ha reconocido que la inseguridad lo ha sobrepasado. En marzo, dijimos que en la cárcel se vendían drogas. Alguien debe responder. Espero que se trate el proyecto de interpelación", reclamó el opositor.

Las soluciones
El oficialismo centró sus discursos en la reivindicación de la gestión de Alperovich. El primero en ejercer la defensa fue Gregorio García Biagosh. "El gobernador reconoció el problema, pero está buscando soluciones en el marco que corresponde. Se pasó a disponibilidad a los comisarios. No creo que el gobernador le dé un cheque en blanco a ningún funcionario", precisó.

Carlos Canevaro (Unión Norte Grande), por su parte, remarcó que no hay pruebas de que se haya vendido droga en la comisaría. "Lo digo porque no se puede minar a la Policía -advirtió-. La irregularidad fue que dos detenidos tenían licencias, porque se los ve en una moto de la Policía, pero se actuó rápidamente", aseguró.

Hugo Balceda, en tanto, pidió que "por dos o tres corruptos no se dañe a toda la Policía". Daniel Heredia, por su parte, exigió a la oposición que se informe antes de opinar. "No podemos llevarnos sólo por las publicaciones", afirmó.

Con esa polémica comenzó la sesión. El orden del día, todavía, no había comenzado a debatirse.