12 Septiembre 2010
EN LA GACETA. Cobos vino con el legislador Federico Romano Norri y el decano de la UTN en Tucumán, Fabián Soria. Lo recibieron el gerente general del diario, José Pochat, el secretario general, Carlos Abrehu, y el secretario de Redacción, Federico van Mameren (foto). También estuvo la diputada Norah Castaldo. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
Julio Cleto Cobos es un hombre de palabras justas y medidas, con poco cambio de expresiones por más que le pregunten sobre la traición, esa que el kirchnerismo pretende ponerle como rótulo al vicepresidente de la Nación después del "no positivo" de la Resolución 125, hace más de dos años. "Vengo actuando de la misma forma que pienso, leal a mis principios", responde. En esa misma línea, no se altera cuando se le consulta sobre si el gobernador, José Alperovich, lo llamó para saludarlo protocolarmente, durante su paso por Tucumán. "No, no tuve ningún contacto", responde durante su visita de ayer a LA GACETA. En la oportunidad fue recibido por el gerente general de la empresa, José Pochat, por el secretario general de Redacción, Carlos Abrehu, y por el secretario de Redacción, Federico van Mameren.
Cobos cree que el radicalismo ha pagado ya las culpas y los errores del pasado. "Sabemos que la sociedad siempre exige más al radicalismo; al peronismo se le perdonan todas o muchas cosas y al radicalismo, nada", afirma. E insiste con la idea de una gran concertación que pueda definir las políticas de Estado poskirchnerista. "Un solo partido no va a resolver los grandes problemas de la Argentina. Necesitamos un gran acuerdo y ojalá que eso lo pueda conducir la UCR, que sea la columna vertebral para un verdadero gobierno de concertación", se ilusiona. De su experiencia en el Congreso, Cobos sostiene que no hay un partido de la oposición sino un espacio heterogéneo y posturas distintas para determinados proyectos. "Es lo normal, pero parece que ahora todo debe ser blanco o negro", reniega.
Los empresarios están preocupados por la Argentina que se viene, por el rumbo económico. La misma inquietud tiene la sociedad. "Hay que empezar a hablar de un país a largo plazo, y esa es una etapa que el radicalismo debe avanzar con los otros partidos hasta fines de año", dice el mendocino, como una de las conclusiones en su cumbre "a la tucumana" con el otro referente radical que visitó la provincia, el diputado Ricardo Alfonsín.
Más previsibilidad
Según el ex gobernador de Mendoza, la agenda de políticas de largo aliento deben comprender medidas vinculadas con la seguridad, el sistema previsional, el fomento al trabajo genuino, la educación, la salud e, indudablemente, la seguridad. "Si a un país lo ven con estas políticas, como es el caso de Brasil o de Chile, será más previsible y más confiable", indica.
Según el vicepresidente, la previsibilidad también se logra "cuando se reglamenta un sistema tributario, como ocurrió con las facultades delegadas" reclamadas por la presidenta, Cristina Fernández.
A Cobos le inquieta, además, que el Gobierno avance con una mayor emisión monetaria. Por eso, confiesa, se convocó a la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, para que explique los cambios al programa monetario, "que ayuda a que tengamos los índices de inflación actuales". Cree que la receta para combatir esa inflación pasa por "consolidar el superávit fiscal, un aumento de la inversión en productos de la canasta básica y con un BCRA que no tenga una política tan expansiva como la actual. Así, gradualmente, podremos llegar a un dígito", acota.
Cobos contesta que no tiene reparos en sentarse con el peronista disidente, Eduardo Duhalde, a debatir políticas de Estado. "Hay que hacerlo con todos los sectores de la sociedad para que el país crezca", complementa. Y lamenta la situación que atraviesa el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, en su enfrentamiento con Néstor Kirchner. "Más allá del respeto institucional que se merece el gobernador, también está la persona", se solidariza.
Cobos cree que el radicalismo ha pagado ya las culpas y los errores del pasado. "Sabemos que la sociedad siempre exige más al radicalismo; al peronismo se le perdonan todas o muchas cosas y al radicalismo, nada", afirma. E insiste con la idea de una gran concertación que pueda definir las políticas de Estado poskirchnerista. "Un solo partido no va a resolver los grandes problemas de la Argentina. Necesitamos un gran acuerdo y ojalá que eso lo pueda conducir la UCR, que sea la columna vertebral para un verdadero gobierno de concertación", se ilusiona. De su experiencia en el Congreso, Cobos sostiene que no hay un partido de la oposición sino un espacio heterogéneo y posturas distintas para determinados proyectos. "Es lo normal, pero parece que ahora todo debe ser blanco o negro", reniega.
Los empresarios están preocupados por la Argentina que se viene, por el rumbo económico. La misma inquietud tiene la sociedad. "Hay que empezar a hablar de un país a largo plazo, y esa es una etapa que el radicalismo debe avanzar con los otros partidos hasta fines de año", dice el mendocino, como una de las conclusiones en su cumbre "a la tucumana" con el otro referente radical que visitó la provincia, el diputado Ricardo Alfonsín.
Más previsibilidad
Según el ex gobernador de Mendoza, la agenda de políticas de largo aliento deben comprender medidas vinculadas con la seguridad, el sistema previsional, el fomento al trabajo genuino, la educación, la salud e, indudablemente, la seguridad. "Si a un país lo ven con estas políticas, como es el caso de Brasil o de Chile, será más previsible y más confiable", indica.
Según el vicepresidente, la previsibilidad también se logra "cuando se reglamenta un sistema tributario, como ocurrió con las facultades delegadas" reclamadas por la presidenta, Cristina Fernández.
A Cobos le inquieta, además, que el Gobierno avance con una mayor emisión monetaria. Por eso, confiesa, se convocó a la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, para que explique los cambios al programa monetario, "que ayuda a que tengamos los índices de inflación actuales". Cree que la receta para combatir esa inflación pasa por "consolidar el superávit fiscal, un aumento de la inversión en productos de la canasta básica y con un BCRA que no tenga una política tan expansiva como la actual. Así, gradualmente, podremos llegar a un dígito", acota.
Cobos contesta que no tiene reparos en sentarse con el peronista disidente, Eduardo Duhalde, a debatir políticas de Estado. "Hay que hacerlo con todos los sectores de la sociedad para que el país crezca", complementa. Y lamenta la situación que atraviesa el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, en su enfrentamiento con Néstor Kirchner. "Más allá del respeto institucional que se merece el gobernador, también está la persona", se solidariza.
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